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Confesiones de un infiel arrepentido
José Carlos Fajardo - Publicado:
Investigaciones clínicas realizadas por la Asociación Panameña para el Planeamiento de la Familia, APLAFA, indican que la infidelidad es el principal elemento causante de discrepancias entre las parejas en nuestro país.En el Departamento de Consejería de la ONG se atendieron el pasado año más de 200 casos de conflictos conyugales y de ellos, en 152 casos el infiel fue el varón.Así mismo, en el programa de reconciliación familiar, “Retrouivaille” (Redescubrir), la infidelidad ocupa el 85 por ciento de las causas de distanciamiento y divorcio, seguida por problemas de alcoholismo, violencia intrafamiliar o sencillamente, incompatibilidad de caracteres.Sin embargo, aunque le parezca extraño, en este “Redescubrir”, el adulterio no es considerado como causa letal de divorcio.Rodolfo Antonio Doval, un empresario capitalino, miembro activo del grupo “Retrouivaille”, explicó a este medio que en el programa se considera que el que realmente quiere a su pareja y desea preservar su familia, perdona.“Es que el perdón es un sentimiento que Dios nos ha concedido, pero que poco utilizamos y anteponemos el odio, sentimiento que proviene de fuerzas malignas y no de Dios”, señala el entrevistado y agrega que “la infidelidad es un error, pero a nadie se le debe condenar por sus errores, sino por no aprender con ellos”.El empresario asegura que cuando una pareja pasa por un programa de esta índole, le ayuda a sanar las heridas.“Yo pasé por esto.Fui una persona adúltera”, confesó Doval y agregó...“Le fui infiel a mi esposa y estabamos a punto de divorciarnos y apareció este programa y quise que mi esposa me acompañara a participar de él, porque ella estaba muy herida y realmente esto nos ayudó, nos acercamos más a Dios, ahora conversamos más.Aún seguimos teniendo diferencias, pero por lo menos nos escribimos y conversamos.Antes ella estaba por allá y yo por acá, llegábamos a la casa cada uno con su carón, como dos tigres que se querían comer uno al otro y no había comunicación.Ahora hay cosas que me molestan y se lo digo y viceversa, pero sin gritarnos, ni herirnos”.Doval tiene un matrimonio de poco más de ocho años.Es padre de dos hijos, una niña de ocho y un varón de dos años y medio.“Casi pierdo la oportunidad de verlos crecer.No vale la pena perder mi familia, mi hogar, por una mujer de la calle”, afirmó el empresario.El entrevistado aseguró que cuando le corresponde hablar en esas charlas, llora y a veces se le forma un nudo en la garganta, pero “eso nos ayuda a sanarnos por dentro”.Según Doval, el problema es que el panameño no quiere aceptar que tiene conflictos, vive del qué dirán.“Yo estoy haciendo esto, porque siento que Dios me puso en este camino y tengo que cumplir.En ocasiones pierdo la fe, porque veo que a la gente no le interesa, pero al final las parejas en busca de ayuda aparecen, de la noche a la mañana, no me pregunten cómo, ni por qué.Cada vez lo digo, los caminos del Señor son tan misteriosos”.Si hay problemas que “Retrouivaille” no puede arreglar entre las parejas, como los psicológicos, entonces refieren a los afectados donde una psicóloga, a un costo simbólico de unos cinco o diez balboas.Si es un problema mucho más grave, medicado, entonces los refieren a un psiquiatra.