Nombres curiosos para autos en China
Publicado 2004/06/17 23:00:00
Las automotrices de todo el mundo podrían fabricar unos 71 millones de vehículos de pasajeros este año, aunque solo producirán 61 millones.
En la Feria del Automóvil de Pekín de este año se vieron un montón de modelos nuevos con nombres curiosos (para el oído occidental) destinados a atraer a millones de chinos que ansían poseer su primer coche.
Entre los vehículos destinados a las calles y garajes de China figuran el Esturión del Río Amarillo, de Changan Auto; el Hover de la Gran Muralla y el Crucero 2400 de Hebei Zhongxing, para no mencionar a una infinidad de modelos Cadillac, Ford y Honda ya conocidos en Nueva York, Stuttgart y Tokio.
La feria de la semana pasada no se recordará tanto por los autos como por la serie de anuncios de empresas no chinas que planean construir fábricas nuevas en el país. China limita las importaciones, de manera que las automotrices del mundo se están apurando debido a los peligros de expandir sus franquicias en la segunda economía de Asia, para ganarles de mano a competidoras más débiles.
Cualquier cambio en el floreciente mercado automotriz chino tendrá consecuencias más allá de sus fronteras en algunos años, aumentando los problemas en la industria mundial de vehículos por el retroceso de los precios debido a un exceso de fabricantes.
Como nuevo miembro de la Organización Mundial de Comercio, China se está preparando para el día, dentro de algunos años, en que deberá aceptar considerables importaciones de autos, así como para cuando su industria esté lista para exportar vehículos y repuestos en grandes cantidades a los países industrializados.
En la Feria del Automóvil de Pekín de este año se vieron un montón de modelos nuevos con nombres curiosos (para el oído occidental) destinados a atraer a millones de chinos que ansían poseer su primer coche.
Entre los vehículos destinados a las calles y garajes de China figuran el Esturión del Río Amarillo, de Changan Auto; el Hover de la Gran Muralla y el Crucero 2400 de Hebei Zhongxing, para no mencionar a una infinidad de modelos Cadillac, Ford y Honda ya conocidos en Nueva York, Stuttgart y Tokio.
La feria de la semana pasada no se recordará tanto por los autos como por la serie de anuncios de empresas no chinas que planean construir fábricas nuevas en el país. China limita las importaciones, de manera que las automotrices del mundo se están apurando debido a los peligros de expandir sus franquicias en la segunda economía de Asia, para ganarles de mano a competidoras más débiles.
Cualquier cambio en el floreciente mercado automotriz chino tendrá consecuencias más allá de sus fronteras en algunos años, aumentando los problemas en la industria mundial de vehículos por el retroceso de los precios debido a un exceso de fabricantes.
Como nuevo miembro de la Organización Mundial de Comercio, China se está preparando para el día, dentro de algunos años, en que deberá aceptar considerables importaciones de autos, así como para cuando su industria esté lista para exportar vehículos y repuestos en grandes cantidades a los países industrializados.
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