En medio de la preocupación por el supuesto suicidio de tres policías en las últimas semanas, ayer se sumó la sublevación de un subteniente, custodio de la armería del cuartel de Colón.
Especialistas recomiendan apoyo externo para las unidades. Foto de archivo
En medio de la preocupación por el supuesto suicidio de tres policías en las últimas semanas, ayer se sumó la sublevación de un subteniente, custodio de la armería del cuartel de Colón, quien por varias horas se atrincheró hasta que finalmente se entregó.
Este hecho registrado en la mañana de ayer, acrecentó el temor de que lo que está pasando dentro del estamento de seguridad no sea atendido a tiempo y se le salga de las manos a las autoridades.
Para especialistas consultados sobre el tema es difícil dar un patrón de conducta, pero hay puntos aislados que dejan entrever que a lo interno de la Policía hay temas que deben ser tratados desde la formación académica de sus unidades, para evitar situaciones como la protagonizada por el subteniente.
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"Lo que se vivió en la armería de Colón y en el último mes, es la expresión de una institución que está en crisis y que ahora comienzan a emerger este tipo de hechos. Fue una insatisfacción, los niveles de frustraciones y las denuncias abiertas de un uniformado, es importante que se tomen en cuenta", detalló el consultor en seguridad ciudadana y prevención de la violencia y sociólogo, Alexander Alleyne.
Considera que es importante que Salud Ocupacional les brinde a los miembros de esta institución un servicio efectivo.
Todo esto, sumado a que la Policía tiene formación vertical, dirigida al método militar, y no permite la intromisión de entes externos.
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"Es necesario y hasta urgente que se busque el método de tratar a los policías. Ellos tienen una formación tan fuerte que no darán muestra de debilidad hasta que exploten", sostuvo el psiquiatra José Rodríguez.
Aunque los responsables de la seguridad tienen un "código de silencio" para manejar sus problemas, Rodríguez expresa que hay ciertos patrones de conductas que podrían dar fe de que un uniformado tiene problemas.
Frustración, rebeldía, enojo y molestia constante, serían los patrones de conducta inicial entre las unidades que comienzan a presentar cuadros depresivos por problemas laborales que pueden terminar en tragedia.
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Jonattan Del Rosario, ministro de Seguridad, dejó claro que no se iba adelantar ante el proceso que se le abrirá al subteniente Sergio Cochez.
"No voy a adelantar ningún criterio. Estamos ante faltas disciplinarias graves al reglamento", dijo.
Contrario a ese pensar, el abogado Ángel Calderón cree que "a todas luces" el hecho de Colón "es de índole psiquiátrico y psicológico que merece atención médica", no que lo judicialicen o transformen en conducta penal.
Entre tanto, Rolando Mirones, ministro designado de Seguridad, le pidió a los uniformados "que tengan confianza en el trabajo que haremos para devolverle paz a la institución".
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