Mafia y política controlan el negocio del transporte público en Panamá
La crisis del transporte ha propiciado la creación de una "mafia" en el sistema, y la apertura de un negocio controlado po...
La crisis del transporte ha propiciado la creación de una "mafia" en el sistema, y la apertura de un negocio controlado por tres importantes sectores del poder.
Así lo han confirmado transportistas y representantes de los usuarios, que denunciaron ayer el ingreso de nuevas concesionarias a cargo del denominado transporte pirata, perteneciente a los allegados del Gobierno.
Incluso que los encargados de vigilar por el cumplimiento de la ley en esta materia, son los mismos transportistas y jefes de piqueras, que se han filtrado en el engranaje gubernamental, pese a registrarse la muerte de un directivo de cooperativas, meses atrás.
Víctor Martínez, abogado de los usuarios, explicó en un conversatorio transmitido en vivo por las redes sociales de Panamá América, que el transporte "está en manos de una mafia, en la cual es muy posible que existan exfuncionarios de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT)", y en complicidad con nuevos funcionarios.
Criticó, además, la estructuración de la ATTT, y se cuestiona "cómo en una institución, el director y el subdirector no se hablan. Esta institución está influenciada por el Gobierno, en perjuicio de los usuarios".
Martínez citó como ejemplo, cómo "un sobrino del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó en la DEA que tenía 20 cupos de taxi en Panamá que le daban 800 dólares por semana cada uno". "Mucha gente metida, pero menos el usuario. El transporte está en un caos", afirmó.
El abogado Martínez recordó cómo el 27 de octubre del 2006, época en que empezó a evidenciarse la crisis en el transporte, fue entrevistado el exdirector de la ATTT, Carlos Harris, y aseguraba que "había sido sacado por la 'mafia' del transporte y las aseguradoras".
"No se escapa nadie. Así funciona la rosca del transporte, por un lado, el partido político, y por otro, la Asamblea Nacional controlando la Comisión de Transporte, que ha sido presidida por diputados que fueron transportistas", argumentó.
El dirigente Martínez sostuvo que hace algunos meses (cuatro), "entraron 300 buses piratas que andan sin placa ni ningún tipo de control y cobrando pasajes de un dólar hasta de 5 dólares".
"Le he dicho públicamente al presidente que esta organización necesita un nuevo inventario, y mientras no haya técnicos. El encargado del transporte en Bogotá, Colombia, es un ingeniero, un especialista. Hay como de 25 a 30 usuarios que ya son víctimas de accidentes por metrobuses", concluyó.
Sobre este tema, el dirigente transportista Rafael Reyes explicó que "antes había una convivencia entre el transportista y el usuario, pero ahora se ha corrompido, y no hay voluntad del Gobierno por llegar a una solución".
Destacó que existe una ley que rige cómo se debe regular el servicio, pero no se ha dado una facilidad al "criollo" de la clase humilde, desviado el beneficio a otras prestaciones, que no vienen a mejorar el servicio. "Muchas veces es un negocio en el que no queda el dinero aquí, sino que sale de país".
Sostuvo que no existe una buena fiscalización del transporte, llámese selectivo o colectivo, y se ha engañado al pueblo diciendo que habría más tiempo con la familia, seguridad, y un mejor servicio.
Reyes también coincide en que el transporte se ha convertido en un poder político, que para poder cumplir con los simpatizantes, el Gobierno prometía cierto número de cupos, pero se ha desprendido a otro tipo de ciudadanos.
Añadió que en esta administración se ha querido cambiar el nombre de los piratas por "buses alternativos", pero es una forma que utiliza el ente regulador para avalar la competencia desleal.
Incluso esta situación ha perjudicado el tema de seguridad y ha perdido la confianza de los usuarios, pues "hay conductores que andan en chancletas y suéter corto; ese no es un profesional, pero los inspectores no les llaman la atención", criticó el transportista.
Entre tanto, el negocio de los taxistas, que debe ser de uso exclusivo para panameños, es controlado por extranjeros que se están dedicando a manejar taxis.
En 2014 se encontraron 42 mil cupos en la calle otorgados descontroladamente y actualmente se tienen restringidos 1,000 por irregularidades.
Por su parte, Luis Torres lamentó cómo los nuevos transportes aumentan el pasaje para entrar a algunas barriadas, hasta 5 dólares en sectores como La Cabima. "Te dicen que si no pagas, puedes bajarte". Aun con la existencia de puntos de cobros entre conductores del metrobús y los buses piratas
Agregó que el director de la ATTT debe tener alguna injerencia con los piratas: algo grande. "Señor presidente (Juan Carlos Varela), nombre a alguien que se enfrente a estos conductores".