¿Qué son las posadas?
Publicado 2002/12/25 00:00:00
- Yessika Valdés
Con la Navidad se asocian los nacimientos, arbolitos, luces de colores, guirnaldas, ambiente festivo, deseo de compartir, sensibilidad ante la necesidad y dolor ajeno, cierta melancolía, los villancicos, los Reyes Magos, las cartas donde se hace la petición de regalos, la Cena de Nochebuena, la Misa del Gallo, Santa Claus o Papá Noel, intercambio de regalos...y, por supuesto, las posadas.
A través de las posadas se rinde homenaje a María y José en su difícil viaje de Nazaret a Belén en busca de un techo donde cobijarse para que la Virgen diese a luz a Jesús abrigados en un cálido ambiente y no a la intemperie donde pudiesen ser víctimas del crudo invierno.
Información procedente de Internet explica el origen de la celebración de las posadas, que tienen lugar los nueve días que preceden a la Navidad. "La idea de conmemorar el viaje hacia Belén se remonta a San Ignacio de Loyola en el siglo 16. El sugirió una novena o rezos especiales durante nueve días. En 1580 San Juan de la Cruz H. lo propulsó y luego los misioneros españoles introdujeron estas costumbres a los indios mexicanos. Empezó como una ceremonia espiritual, luego de festividad. Entonces empezó a celebrarse por los hogares donde la comunidad se unía a éstos".
En un sitio de Internet que habla sobre Navidad en México, uno de los lugares donde se hace mayor hincapié en esta tradición, se dice que data de los tiempos de la colonia, "de cuando los frailes agustinos celebraban las misas de aguinaldo en sus conventos pasando, después, a las grandes haciendas, a las pequeñas rancherías, a las vecindades de la ciudad y a los hogares debido, tal vez, al frío de la temporada o a la costumbre indígena de celebrar las fiestas en casa".
Sobre el origen de las posadas se dice en otro site que: "un cronista, llamado Mariano de Carcer, trató de describir, en 1945, el origen de las posadas afirmando que es una herencia venida de Andalucía, España, cuya celebración coincidió, tal vez, con alguna de los antiguos habitantes del Valle de Anáhuac porque, sólo así, se explicaría el arraigo tan extraordinario y excepcional que lograron estas fiestas".
Y se añade que "el investigador Germán Andrade Labastida, por su parte, sostiene que las posadas tuvieron su origen en un pequeño pueblo muy cercano a las Pirámides de Teotihuacán, San Agustín Acolman, porque la época navideña coincidía con la gran fiesta del nacimiento de Huitzilopóchtli deidad azteca de la guerra". Hay otra versión que atribuye a San Ignacio de Loyola la iniciativa, con el fin de enseñar la historia del Nacimiento de Jesús .
Las posadas se celebran en diversas naciones, principalmente de habla hispana, entre las cuales cabe mencionar además de México, Ecuador, Honduras, Panamá, Venezuela, República Dominicana y Filipinas (allí se concretan el 24 de diciembre a hacer el Panunuluyan, en el que se crea la búsqueda de hospedaje a María y José).
En nuestro país en algunas ciudades del interior donde solían celebrarse posadas esta tradición ha sido dejada de lado, pero todavía sobrevive en otras y en la capital es práctica común en Villa Lucre, Betania, Arraiján, San Francisco, San Miguelito, Iglesia San Gerardo Mayela, Iglesia Cristo Hijo del Hombre, entre otros lugares. Unas veces organizada por los propios moradores de la comunidad y otras como iniciativa de/y coordinada por algún sacerdote u otro miembro de la iglesia.
Valga decir que las posadas simbolizan los nueve meses de embarazo de María. Antes para esta conmemoración se requería obtener permiso especial desde Roma y no fue sino hasta comienzos del pasado siglo en que se celebran de la manera que describiremos a continuación. Durante las posadas se acostumbra cantar letanías y villancicos, romper piñatas y disfrutar de platillos navideños, ponche, galletas, dulce, refrescos, frutas, juegos artificiales, según el país de que se trate.
Entre los peregrinos además de un niño vestido de ángel están un niño y una niña que van vestidos como (y representan a) María y José. En la medida en que José, María y demás acompañantes llegan a una casa, enuncian unos versos, haciendo su petición de posada, la cual les es ofrecida en casas pre establecidas hasta que el día noveno, en que finalmente nace Jesús, en un pesebre, cuna de paja o de madera, según lo que tengan a mano los celebrantes. Se hace el llamado a los pastorcillos para que vengan a adorar al Niño Dios, se le cantan villancicos y los Reyes Magos le entregan presentes.
En Panamá en una posada pueden participar varias decenas de niños y adultos que les acompañan en su peregrinaje y hay lugares en donde Jesús es representado por un bebé de carne y hueso en vez de imágenes o muñecos.
A través de las posadas se rinde homenaje a María y José en su difícil viaje de Nazaret a Belén en busca de un techo donde cobijarse para que la Virgen diese a luz a Jesús abrigados en un cálido ambiente y no a la intemperie donde pudiesen ser víctimas del crudo invierno.
Información procedente de Internet explica el origen de la celebración de las posadas, que tienen lugar los nueve días que preceden a la Navidad. "La idea de conmemorar el viaje hacia Belén se remonta a San Ignacio de Loyola en el siglo 16. El sugirió una novena o rezos especiales durante nueve días. En 1580 San Juan de la Cruz H. lo propulsó y luego los misioneros españoles introdujeron estas costumbres a los indios mexicanos. Empezó como una ceremonia espiritual, luego de festividad. Entonces empezó a celebrarse por los hogares donde la comunidad se unía a éstos".
En un sitio de Internet que habla sobre Navidad en México, uno de los lugares donde se hace mayor hincapié en esta tradición, se dice que data de los tiempos de la colonia, "de cuando los frailes agustinos celebraban las misas de aguinaldo en sus conventos pasando, después, a las grandes haciendas, a las pequeñas rancherías, a las vecindades de la ciudad y a los hogares debido, tal vez, al frío de la temporada o a la costumbre indígena de celebrar las fiestas en casa".
Sobre el origen de las posadas se dice en otro site que: "un cronista, llamado Mariano de Carcer, trató de describir, en 1945, el origen de las posadas afirmando que es una herencia venida de Andalucía, España, cuya celebración coincidió, tal vez, con alguna de los antiguos habitantes del Valle de Anáhuac porque, sólo así, se explicaría el arraigo tan extraordinario y excepcional que lograron estas fiestas".
Y se añade que "el investigador Germán Andrade Labastida, por su parte, sostiene que las posadas tuvieron su origen en un pequeño pueblo muy cercano a las Pirámides de Teotihuacán, San Agustín Acolman, porque la época navideña coincidía con la gran fiesta del nacimiento de Huitzilopóchtli deidad azteca de la guerra". Hay otra versión que atribuye a San Ignacio de Loyola la iniciativa, con el fin de enseñar la historia del Nacimiento de Jesús .
Las posadas se celebran en diversas naciones, principalmente de habla hispana, entre las cuales cabe mencionar además de México, Ecuador, Honduras, Panamá, Venezuela, República Dominicana y Filipinas (allí se concretan el 24 de diciembre a hacer el Panunuluyan, en el que se crea la búsqueda de hospedaje a María y José).
En nuestro país en algunas ciudades del interior donde solían celebrarse posadas esta tradición ha sido dejada de lado, pero todavía sobrevive en otras y en la capital es práctica común en Villa Lucre, Betania, Arraiján, San Francisco, San Miguelito, Iglesia San Gerardo Mayela, Iglesia Cristo Hijo del Hombre, entre otros lugares. Unas veces organizada por los propios moradores de la comunidad y otras como iniciativa de/y coordinada por algún sacerdote u otro miembro de la iglesia.
Valga decir que las posadas simbolizan los nueve meses de embarazo de María. Antes para esta conmemoración se requería obtener permiso especial desde Roma y no fue sino hasta comienzos del pasado siglo en que se celebran de la manera que describiremos a continuación. Durante las posadas se acostumbra cantar letanías y villancicos, romper piñatas y disfrutar de platillos navideños, ponche, galletas, dulce, refrescos, frutas, juegos artificiales, según el país de que se trate.
Entre los peregrinos además de un niño vestido de ángel están un niño y una niña que van vestidos como (y representan a) María y José. En la medida en que José, María y demás acompañantes llegan a una casa, enuncian unos versos, haciendo su petición de posada, la cual les es ofrecida en casas pre establecidas hasta que el día noveno, en que finalmente nace Jesús, en un pesebre, cuna de paja o de madera, según lo que tengan a mano los celebrantes. Se hace el llamado a los pastorcillos para que vengan a adorar al Niño Dios, se le cantan villancicos y los Reyes Magos le entregan presentes.
En Panamá en una posada pueden participar varias decenas de niños y adultos que les acompañan en su peregrinaje y hay lugares en donde Jesús es representado por un bebé de carne y hueso en vez de imágenes o muñecos.
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