Su alteza, el medioambiente
El príncipe, su esposa panameña y su heredero paralizaron ayer Pedasí. Con pala en mano sembraron algunos plantones e hicieron un llamado a los jóvenes.
Su alteza, el medioambiente
No es un secreto que el planeta atraviesa por un severo cambio climático, además de que el hombre construye sin cesar. Es aquí en donde sale perjudicada -aparte de la naturaleza- la raza humana.
Y es por eso por lo que el príncipe Maximiliano de Liechtenstein, junto a su esposa, Ángela Brown, quien es la condesa de Rietberg, se apoderaron de Pedasí, en donde tienen su nidito de amor, para sembrar diversos plantones y así enviar el mensaje de reforestación para salvar al planeta.
Desde las 9:00 a.m. invitados especiales y medios de comunicación participaron de esta gran aventura con una verdadera familia real. Ángela, muy sencilla, al igual que el resto de su familia, sonrió y brindó entrevistas a los medios presentes.
Vestida totalmente de blanco y con su melena suelta - la cual dejaba al descubierto sus raíces negras - plantó junto a su esposo, "Max", como le dicen quienes lo conocen más, diversos tipos de árboles y plantas.
Su alteza serenísima o el conde de Rietberg compartió alrededor de cuatro horas e hizo un llamado a los jóvenes para que se sumen a la reforestación, pues es la única manera de salvar el planeta.
Maximiliano, según nos contó nuestra fuente, acudió a esta cita muy sencillo. En todo momento sonrió con los presentes. Y jamás le importó agarrar una pala y arriesgarse a embarrarse de tierra, al igual que su querido hijo, el príncipe Alfonso Constantino María de Liechtenstein.
Cabe recordar que fue la primera vez que el heredero de ambos se expone a los medios en Panamá. El ahora adolescente, de 16 años, lució un pantalón corto con camisa manga larga celeste, y su cabello ensortijado.