opinion
Enfrentamientos en Almirante
Ginela C. Escala/CrÃtica - Publicado:
Cuando los pueblos son escuchados por los gobiernos para lograr la realización de sus máximas aspiraciones, se convierten en baluartes y defensores de la gestión gubernamental.Los hechos ocurridos en Almirante, Bocas del Toro, son anuncios significativos de que las comunidades terminan por cansarse frente a la falta de respuestas de los gobernantes.La situación es un aldabonazo para que el gobierno de la Patria Nueva camine por los senderos patrios recogiendo el dolor y la angustia de regiones que han sido abandonadas; para que con un verdadero trabajo de equipo se planifique, con prioridad, una tarea que atienda la falta de caminos, agua, vivienda, desarrollo agrícola e industrial, salud, empleo, seguridad pública y de todo recurso que permita una vida mejor para los panameños que han vivido marginados y en pobreza extrema.Tal como ha ocurrido en Almirante, en donde no faltó el peligroso encuentro entre antimotines y moradores del área con saldos de heridos, así mismo pudiera ocurrir en otro sector del país, porque no hay las condiciones que brinden bienestar y mejores oportunidades a miles de panameños.El régimen perredista, bajo el liderazgo del Presidente Martín Torrijos, inició con una herencia de problemas, como corrupción, desempleo, déficit económico, violencia, droga, crimen, etc.A todos estos problemas tendrá que enfrentarse con verdadera capacidad y procurando que entre autoridades y pueblo siempre haya diálogo, razonamiento, comprensión y sentido de unidad para obtener las soluciones que sean indispensables para que Panamá pueda ir adelante.No es con la fuerza, ni con la furia policial y de las comunidades que podemos traer la paz y tranquilidad en esta gestión de gobierno.El país requiere de hombres y mujeres que desde todos los poderes del Estado, se propongan con responsabilidad y profunda fe en la democracia, la libertad y la justicia social, adecentar las instituciones para hacer de ellas ejemplos de honestidad, eficiencia y trabajo constructivo; que estén pensando en lo mucho que pueden ofrecer al progreso de la nación.Es la meta que el líder de la Patria Nueva se propone alcanzar, y nos atrevemos a manifestar que en sus proclamas hay sinceridad, voluntad y visión de patria.Pero, para obtener el éxito, debe tener un equipo de trabajo que crea en el dolor de una nación que está esperando mejores días; colaboradores que, identificados con su líder, se dispongan a vivir más cerca de las comunidades para evitar actos como los surgidos en Almirante, que tanto daño hacen a los principios democráticos de libertad y convivencia humana.¡"Laus Deo Virginique Matri"!El llamado que el apóstol Pablo le hace a los cristianos de la comunidad cristiana de Efeso, aún es aplicable a esta época, sobre todo para aquellos que se jactan de ser cristianos: "No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aún hablar de lo que ellos hacen en secreto".Efesios 5:11-12