Un Canal que vuelve a impulsarnos
Un Canal que vuelve a impulsarnos
El cierre del año fiscal 2025 trajo noticias que deberían alegrarnos. El Canal registró 13,404 tránsitos, un aumento anual de alrededor del 19%, y los ingresos preliminares llegaron a US$5,705 millones, cifras que reflejan una clara recuperación luego de la restricción hídrica que nos afectó el año pasado.
Como panameño que cree en la responsabilidad con el bien común, celebro que la infraestructura que tenemos, esa obra monumental que nos define, vuelva a funcionar con vigor. Ese vigor es una oportunidad, ya que no es solo estadística macroeconómica, es capacidad real para invertir en agua, salud, vivienda y en mejorar la gestión pública que tantos déficits arrastra.
Pero mi optimismo tiene ciertas condiciones. Primero, las cifras divulgadas son preliminares y no deben ser excusa para decisiones opacas ni para aplazar la transparencia que exige la ciudadanía. Segundo, la recuperación no nos exime de enfrentar las fragilidades que el propio Canal ha señalado, como la necesidad de reservas de agua y obras complementarias que aseguren la operatividad ante nuevas sequías. El proyecto del embalse del Río Indio, por ejemplo, no es un tema que debamos seguir posponiendo. Es una obra necesaria, estratégica y urgente para garantizar la seguridad hídrica del Canal y, por tanto, del país. Por supuesto, debe ejecutarse con sensibilidad social, mitigando los impactos en las comunidades afectadas, pero postergarlo más sería una irresponsabilidad nacional.
En pocas palabras, el Canal nos vuelve a dar ingresos y legitimidad en el tablero global; pero el verdadero desafío es convertir ese rédito en políticas concretas y justas. Propondría tres prioridades claras: (1) rendición de cuentas inmediata sobre el destino de estos recursos, (2) inversión prioritaria en seguridad hídrica con diálogo y mitigación para comunidades afectadas, y (3) un fondo social que garantice que parte de los beneficios reviertan en la calidad de vida de la mayoría, no solo en balances contables.
Si no aprovechamos este momento para fortalecer instituciones y justicia social, habremos perdido más que una oportunidad económica, habremos desaprovechado la razón misma de ser de ese Canal, que es servir al país. Y eso, como nación, no podemos permitirlo. Porque cada día que pasa sin decisiones acertadas, es un día más que retrocedemos.