El fenómeno de Pokémon llega al cine

Como no podía ser de otra manera, el fenómeno infantil más importante de los últimos años, los dibujos Pokémon, llega a la gran pantalla. Después de arrasar en la serie televisiva, los videojuegos y los populares cromos, el entrenador Ash, el pokémon Picachu y compañía se disponen a copar las principales carteleras cinematográficas con una aventura en la que se intenta que competitividad extrema y la violencia no sean el hilo conductor de la historia.
A pesar de la película se plantea como una gran batalla contra un muñeco pokémon de aviesas intenciones (Mewtwo), creado por ingeniería biológica, los héroes de la historia acabarán dándose cuenta de que no todo consiste en luchar a cualquier precio.
Dirigida por Kinihiko Yuyama, escrita por Takeshi Shudo, y animada originalmente en Japón, "Pokémon, la película" tuvo que ser recreada por entero para los públicos internacionales. Nintendo, que posee todos los derechos de Pokémon fuera de Asia, encargó a "4Kids Entertaiment" la gestión de todos los aspectos creativos de la ada ptación de la película.
Norman Grossfeld, junto con Michael Haigney y John Touhey, volvieron a escribir el guión con cambios dirigidos al público occidental. "Nuestro primer reto -explica Grossfeld - era volver a escribir la película y doblar el nuevo guión sobre las secuencias filmadas. También volvimos a componer la banda sonora de toda la película con música totalmente nueva".
En efecto, en la banda sonora se ha hecho especial hincapié en la occidentalización, con la inclusión de algunos de los jóvenes artistas más populares del momento, como "M2M", Cristina Aguilera y Britney Spears.
Además, los realizadores tradujeron todo lo que aparece en pantalla, desde las señalas de los edificios hasta los nombres de las calles.
"La película resultante -afirma Grossfeld- combina el sentido visual de la mejor animación japonesa con la sensibilidad de la cultura pop actual".
FENOMENO MUNDIAL
El fenómeno Pokémon comenzó en Japón en 1996, cuando Nintendo lanzó el juego para videoconsolas llamado "Pocket Monsters" (monstruos de bolsillo). Tuvo un éxito arrollador, y rápidamente dio lugar en Japón a una línea de juguetes, cromos y, finalmente la popular serie de televisión, que se bautizaron con la contracción del nombre original: Pokémon.
En todos los casos, los protagonistas son los entrenadores que entablan batallas con estos 151 diferentes monstruos de diseño. Cada criatura posee sus propios poderes y habilidades especiales basados en su conexión con determinados elementos (tierra, viento, fuego, agua). Los entrenadores no sólo deben tener destreza manual y capacidad de estrategia, sino que deben memorizar un catálogo, cada vez mayor, de secretos sobre qué estrategias vencen a otras. A los entrenadores también se les advierte que enseñen y cuiden a sus criaturas, pero, para complicar las cosas, un Pokémon puede evolucionar y hacerse aún más poderoso.
Al margen de la mayor o menor violencia que, como en muchos dibujos animados japoneses, generan estos Pokémon, la serie televisiva se vio envuelta en la polémica en Japón hace dos años debido a los espasmos provocados en cientos de niños por los destellos de luces incluidos en un capítulo.
Subsanados estos problemas, la serie continuó exportándose a todo el mundo y a tenor de sus excelentes niveles de audiencia (máximos niveles de audiencia en toda Europa, Estados Unidos y Latinoamérica), parece claro que lo que gusta a los pequeños no tiene nada que ver con los juicios de los mayores.
CROMOMANIA
La fiebre de los Pokémon se continuó y aumentó con los tradicionales cromos de toda la vida. Cualquier padre con niños a partir de los tres años se habrá visto asaltado por la repentina y reiterada petición del álbum y las consiguientes tarjetas autoadhesivas.
En Internet se puede encontrar infinidad de páginas de Pokémon, incluida, por supuesto, la oficial de Nintendo, lo que hace que este término se haya convertido en el sexto más buscado en la red de redes.
La cuestión ha llegado a sus extremos en Estados Unidos, donde se ha vivido una ola de agresiones entre niños que se disputaban los cromos de Pokémon, entre las que destaca el caso de un niño de 11 años de Tucson (Arizona) que tendrá que responder a los cargos de robo a mano armada de 30 cromos.
La Pokémon-manía ha tenido, por supuesto, sus derivaciones económicas, y en diversos países, por ejemplo España y Perú, las autoridades se han incautado de juguetes falsificados de este tipo por valor de millones de dólares.
Volviendo a la película, su éxito está asegurado si nos atenemos a las cifras obtenidas en su estreno en Estados Unidos: sólo en sus primeros cinco días recaudó 52 millones de dólares, desplazando a todos sus competidores. En Japón también había superado a "Godzilla" y fue la cuarta película en ingresos durante al pasado año y también la sexta más vista en toda su historia.