Panamá
Las especies que se crían tienen diferentes fines, entre ellos comerciales, turísticos y de conservación.
Los zoocriaderos ayudan a la conservación de las especies. Foto: MiAmbiente
El Sistema Nacional de Información Ambiental (Sinia) registra hasta junio de 2022 unos 280 zoocriaderos debidamente inscritos en el Ministerio de Ambiente, a nivel nacional.
Esta actividad de conservación ex situ se realiza mayormente en las provincias de Veraguas (103), Panamá (69) y Los Santos (40). Mientras que Coclé y Herrera también cuentan con importante cantidad de estos centros.
De las especies, el porcentaje más alto corresponde a las iguanas verdes, con un 46.6%. Estos reptiles escamosos se crían para generar ingresos, mientras que otra cifra debe destinarse para preservar la especie liberándolas a su hábitat natural.
En Colón, por ejemplo, el criadero Amigos de la Naturaleza cuenta con un proyecto en el que tienen alrededor de 700 iguanas. La idea es que sea una alternativa sostenible que ayude a disminuir las presiones que sufre en su entorno natural y sea un atractivo turístico y económico para las comunidades rurales.
La iguana verde está protegida por la Ley 24 del 7 de junio de 1995, mediante la cual se establece que la vida silvestre es parte del patrimonio natural de Panamá y declara de dominio público su protección, conservación.
La cacería para el consumo humano y la tenencia ilegal la ponen en una condición de vulnerabilidad.
Por otra parte, los conejos pintados (10.90%) y las aves (9.33%) son otros de los animales que más se crían. Otras especies incluyen las mariposas, peces, venados de cola blanca, reptiles, anfibios, cocodrilos, arácnidos, ranas, ñeques, lagartijas, caimán y saíno.
Estos animales se crían con propósitos educativos, turísticos, consumo familiar, conservación y comercial como es el caso del cocodrilo, cuyas pieles se exportan y se usan en la industria de la moda.
Cuando una persona está interesa en establecer un zoocriadero, MiAmbiente inspecciona el lugar y en caso de contar con los requisitos, personal de Biodiversidad entrega una pareja de la especie para que se inicie con el pie de cría. A lo largo del proceso hay acompañamiento de expertos.
Es importante seguir los pasos correspondientes porque de lo contrario podría ser sancionado con multas o enfrentar procesos penales. Las personas que deseen dedicarse a la conservación y manejo ex situ de la vida silvestre deberán acogerse a la normativa. Hay que recordar que en mayo de este año, las autoridades desmantelaron un criadero ilegal en Felipillo, en el que había más de 200 aves.
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