Exaltan multifacético folclore panameño
Otras coreografías que deleitaron a la concurrencia fueron: Zaracundé, fantasía congo, ritmos del Darién, frente a dos mares, Panamá Indígena, duelo de trovadores y diabladas. Cada cual era más vistosa, hermosa, alegre y representativa de nuestro variado folclore.
Exaltan multifacético folclore panameño
Razones de sobra tienen para estar felices y satisfechos todos los que fueron parte de “Folklore espectacular”, este viernes y sábado en el Casco Antiguo.
El Teatro Nacional estuvo lleno de espectadores-hasta bebitos- que pasaron momentos de sana distracción deleitando sus sentidos con la danza y la música folclórica.
Además, admiraron las bellas polleras, vestidos de antaño, trajes de los diablicos sucios, las escenografías y coreografías.
Desde tempranas horas habían llegado a la cita. Se fueron acomodando en sus butacas y esperaron ansiosos que empezara el espectáculo, organizado por Codafpa (Compañía nacional de danza folcórica Panamá) y cuyo director, coreógrafo y productor fue José Alberto Sosa Roner.
Valió la pena y así lo expresaron grandes y chicos con aplausos durante y después de las presentaciones.
El opening de la primera parte, que se denominó fantasía y tradición, incluyó “todos los elementos que enmarcan el proyecto más representativo de los últimos tiempos: Danzarte Studio, Codafpa, Señorita Folklore de Panamá y el Carnaval de Panamá.
Otras coreografías que deleitaron a la concurrencia fueron: Zaracundé, fantasía congo, ritmos del Darién, frente a dos mares, Panamá Indígena, duelo de trovadores y diabladas. Cada cual era más vistosa, hermosa, alegre y representativa de nuestro variado folclore.
El público fue co partícipe, no solo cuando en el duelo de trovadores se le dedicó la cantadera; también, en la medida en que se iba contagiando de la alegría y su orgullo nacional era atizado por las presentaciones que eran coloridas, lucidas, brillantes.
La concurrencia escuchaba, admiraba, cantaba, reía, tomaba fotografías y filmaba que era un placer y hasta hubo quienes bailaban en sus butacas.
Tan entusiasmados estaban todos con este derroche de talento, excelencia profesional y amor patrio de más de 50 artistas (en los rostros de bailarines y cantantes se leía orgullo y alegría), que cuando hubo un breve receso pocos se levantaron de sus puestos. Revisaban fotos, las posteaban y comentaban lo que más les había gustado.