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Los hermanos de Jesús
Demetrio Olaciregui Q. - Publicado:
Los descubrimientos arqueológicos evidencian que en la época de Jesús los hombres medían alrededor de 1.60 de estatura y pesaban unas 120 libras.Los expertos coinciden en que su aspecto se asemejaba a un campesino algo enjuto, recio y con poco atractivo.Escritores romanos, como Orígenes, apoyaron desde el siglo II esa posibilidad, al decir que era una prueba de la divina humildad y del cumplimiento de las profecías que anticipaban que Jesús no tendría un aspecto llamativo.Un siglo más tarde Tertuliano, otro escritor latino, dijo que el cuerpo de Jesús "no tenía belleza humana ni gloria divina".Durante la Edad Media, el cuadro más venerado era el del santo sudario de Turín, un lienzo con el cual, según la tradición, Verónica limpió el rostro sudoroso y ensangrentado de Jesús.Más tarde Miguel Ángel tuvo su propia idea en el Juicio Final.Hay imágenes que muestran a Jesús como un negro africano, con rasgos asiáticos, como rubio escandinavo o campesino latinoamericano y, en el filme Dogma de Kevin Smith, sonriente, como el mejor amigo de la humanidad.Mel Gibson, en La Pasión de Cristo, proyecta a un hombre íntegro que enfrenta el Calvario y la crucifixión como una misión redentora, vencedor de la muerte.Este es el Jesús de tiempos duros que, para Gibson, representa la realidad de una nación como Estados Unidos acosada por el terrorismo al que responde con un militarismo desenfrenado en un círculo perverso y bárbaro en el que sólo hay garrote sin zanahorias.En la película, Jesús es presentado como Cristo.¿Cuál es la diferencia? Jesús era un nombre común, muy extendido entre los judíos.Jesús significa Dios es el que auxilia.De allí la misión futura: salvar a su pueblo de sus pecados.El nombre Cristo tiene otra connotación.Tanto en hebreo, arameo o griego, Cristo es el Mesías, el Ungido del Señor; es decir, Dios mismo.Por eso, la conjunción de ambos nombres en Jesucristo es la fórmula perfecta de Salvador de su pueblo, porque era Dios hecho hombre.Esa divinidad revestida de humanidad, presenta otra interrogante.A lo largo del Nuevo Testamento los hermanos de Jesús son nombrados una docena de veces.Los varones son Jacobo, José, Simón y Judas mientras que, como era la tradición, a las mujeres no se las menciona por nombre.Simplemente se refieren a ellas como "todas sus hermanas".Entre el siglo II y el siglo IV, el debate en torno a la identidad de los hermanos de Jesús fue muy intenso.En torno al tema, tres teólogos se disputaron el patrimonio de la verdad.Helvidio, Epifanio y Jerónimo.Según Helvidio, los hermanos de Jesús, a quien definía como primogénito, eran hijos de José y María.Basaba sus argumentos en las enseñanzas de otros dos teólogos: Tertuliano y Victoriano de Petavio.Epifanio, por su parte, sostenía que los hermanos de Jesús eran hijos de José, pero no de María.Sus conclusiones se fundamentaban en el relato de los Evangelios.Los hermanos de Jesús querían controlar sus actividades, lo que indicaría que eran mayores y no hijos de María.José había estado casado antes y había enviudado.Cuando se casó con María tenía unos 80 años y su único propósito fue brindarle la seguridad de un hogar, sin mantener con ella relaciones maritales.Los teólogos católicos se inclinan por las conclusiones de Jerónimo, quien identificó a Jacobo y José, mencionados como hermanos de Jesús, hijos de una mujer llamada María, esposa de Cleofás, supuesta hermana de María la madre del Redentor.Eso hacía que Jacobo y José fueran primos de Jesús.Se otorga así a la palabra hermano una amplia gama de interpretaciones.En este caso, la de primos o parientes cercanos.Pero, casi siempre que los hermanos de Jesús son mencionados en los evangelios, están junto a María.De acuerdo a la costumbre de la época, eso resultaría extraño si sólo se tratara de sus sobrinos.También es poco usual que dos hermanas, la madre de Jesús y la esposa de Cleofás, tuviesen el mismo nombre, María.El hecho de que Jesús haya tenido o no hermanos de su misma sangre, es hasta la actualidad una discusión teológica que lleva a algunos religiosos a atrincherarse en posiciones tan dogmáticas como irreductibles.Un aspecto que no tiene nada que ver con la fortaleza del espíritu.En la práctica es como colar el mosquito para tragarse el camello.Lo determinante es lo relativo a la eternidad.Dios se hizo hombre.Habitó entre los seres humanos para dejar una senda abierta por la cual puedan transitar quienes anhelan encontrar la fuente que saciará la perenne sed del alma.