Indiferencia del Inac pone en peligro la iglesia de Natá de Los Caballeros
A la comunidad, las autoridades locales y la Iglesia católica se les dificulta actuar porque la edificación es parte del patrimonio histórico. El guano de murciélagos, la proliferación de palomas y el deterioro propio de los años actúan contra la antigua basílica.
Indiferencia del Inac pone en peligro la iglesia de Natá de Los Caballeros
Para los natariegos, es motivo de orgullo contar con una iglesia que concentra tanta historia y arte religioso, sin embargo, esta histórica basílica poco a poco se ha ido deteriorando.
Jóvenes, adultos, adultos mayores y autoridades locales y de la Iglesia a diario sufren por el deterioro del templo, ya que pueden hacer poco porque se necesita una autorización de Patrimonio Histórico para lograr fumigar o repararlo.
Juan Castillo vive en Natá y asegura que el problema se da desde hace muchos años, pero que recuerda que cuando Reina Torres de Araúz fungía como directora del Inac, se tenía más control y hasta se veía más interés por parte de las autoridades competentes.
Para Castillo, el problema radica en la poca preocupación por mantener en buenas condiciones la basílica, aunada a la burocracia que han creado las autoridades competentes; por ejemplo, si alguien quisiera reparar el bastidor de una ventana, hay que hacer una serie de trámites.
La basílica de Natá se está deteriorando a gran velocidad y en la parte de atrás del altar mayor, el olor es insoportable por el guano de los murciélagos.
El alcalde asegura que como autoridad local quiere apoyar para restaurarla si así lo requiere, pero se hace necesario que Patrimonio Histórico lo permita.
Al igual que el alcalde, el sacerdote de esta iglesia y otros feligreses han resultado afectados por el guano de murciélago, que es bastante dañino, por lo que los natariegos exigen la reparación, pero sobre todo, la limpieza de esta iglesia.
No solo el altar mayor está en mal estado por excremento de murciélagos y palomas, pues según Castillo, el campanario está en una situación deplorable porque con la presencia de los murciélagos han llegado las palomas, las campanas están estropeadas, hace años que no se les da mantenimiento, las escaleras y paredes en total deterioro, lo que exige que haya un pronunciamiento del Inac. El deterioro y la suciedad están por todos lados, pero lo que más daño hace es la indiferencia de quienes deben velar por este tesoro religioso de los panameños.