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Mesonera devuelve 850 dólares a clienta en fonda de Los Santos
La familia regresó a la fonda y preguntó si habían visto la cartera y la respuesta fue afirmativa recuperando todo lo que contenía.
Zenaida Vásquez - Actualizado:

Mesonera devuelve 850 dólares a clienta en fonda de Los Santos
Todavía se pueden observar gestos de honradez, como sucedió en la reconocida fonda El Ciruelo, en la comunidad de El Ejido en la provincia de Los Santos. El productor Héctor “Palle” Ortega informó que hace unos días que una de sus hijas, Lía Saray Ortega junto a su madre asistieron a esta fonda santeña para almorzar y por descuido dejó la cartera en la mesa donde comieron. Según Ortega, cuando llegaron a la comunidad de Las Tablas, provincia de Los Santos, fue cuando se percatan que habían dejado la cartera y regresan a buscarla nuevamente. Un hora aproximadamente había pasado cuando la familia Ortega se percata de que Lía Saray había dejado la cartera en la fonda, por lo que sus miembros decidieron regresar al conocido negocio de comida en la provincia de Los Santos. VEA TAMBIÉN: Taxista honesto entrega 600 dólares a mujer que deja olvidado en Colón Al llegar preguntaron si habían visto la cartera y la joven Miriam Polanco, mesonera de la fonda El Ciruelo, les dijo que sí que la disculparán por haberla abierto, porque buscaba algún número para llamar. Ortega indicó que la cartera tenía 850 dólares y todos estaban completos dentro del bolso. Para esta familia santeña, estos son actos de honradez, que aún se dan en las personas honestas de los pueblos interioranos y que son dignos de exaltar. La fonda El Ciruelo es el paso obligado de cientos de personas que visitan la provincia de Los Santos. Inició operaciones en el año de 1973, cuando Antonia Pérez (q.e.p.d.) dispuso construir el puesto para venderles a las personas que acudían a bañarse en las playas Monagre y El Rompío, los días sábado y domingo. En esa época, solo trabajaban tres personas, mientras que hoy laboran más de 15 y atienden a más de mil clientes los fines de semana. Al morir Antonia, la fonda pasó a manos de Yola Sáez, ella levantó esta fonda familiar durante muchos años, porque sus hermanas emigraron a la ciudad de Panamá. Al morir la señora Yola en el año 2009, sus hermanas que residían en la ciudad capital, regresaron a su tierra natal con el fin de conservar la famosa fonda.