El apoyo de un familiar puede evitar un suicidio
A veces las personas llegan a un punto que cuando escuchan que alguien se suicidó, no valorizan o no validan por qué lo hizo, acotó el psicólogo Edwin Solís.
Cualquier evento en la vida puede llevar a un suicidio. Foto: Ilustrativa / Freepik
El suicidio representa una de las problemáticas más alarmantes de salud mental, su impacto en la sociedad puede ser devastador tanto para las familias como para la comunidad.
Esta problemática afecta a jóvenes adultos de distintas capas sociales.
Edwin Solís, psicólogo que forma parte del equipo técnico asesor de la Oficina de Salud Integral para la Población con Discapacidad, del Ministerio de Salud (Minsa), en conversación con Panamá América indicó que "al ser una conducta significa que no necesitas exactamente tener un trastorno para llegar al suicidio. Cualquier evento en la vida te puede llevar a hacerlo".
A veces las personas llegan a un punto en que cuando escuchan que alguien se suicidó, no valorizan o no validan por qué lo hizo, acotó el especialista.
"Realmente el suicidio no es un trastorno mental, es una conducta", agregó Solís.
La depresión, la ansiedad, el estrés, alguna enfermedad, problemas económicos, rupturas amorosas, pueden culminar en un suicidio, aseveró el psicólogo.
En ese punto el psicólogo exhorta a la población que, si se identifica con lo antes mencionado, o incluso si no se identifica y tiene pensamientos, ideas y creencias que lo llevan a considerar un suicidio, debe buscar ayuda.
Las personas que se encuentran en ese cuadro pueden buscar ayuda con un familiar, con un amigo, que no se quede con eso ahí.
Según Solís, el suicidio puede ser planificado por uno, dos, tres meses o varios meses, un año, la persona puede estar planificando, considerando, pensando en el suicidio y lo hace, o lo intenta, o puede ser de manera impulsiva.
Señales:- Comportamiento retraído, inhabilidad para relacionarse con familiares y amigos.
- Enfermedad psiquiátrica.
- Alcoholismo.
- Ansiedad o pánico.
- Cambio en la personalidad, mostrando irritabilidad, pesimismo, depresión o apatía.
- Cambio en los hábitos alimenticios o del sueño.
- Intento de suicidio anterior.
- Odio por sí mismo, sintiéndose culpable, falto de valor o avergonzado.
- Una pérdida importante reciente – muerte, divorcio, separación, etc.
- Historia familiar de suicidio.
- Deseo súbito de arreglar sus asuntos personales, escribir un testamento, etc.
- Sentimientos de soledad, impotencia y desesperanza.
- Notas de suicidio.
- Salud física deficiente.
- Mención repetitiva de muerte o suicidio.