Luto y tristeza por 44 muertos tras caída de un autobús a un precipicio
Entre los heridos graves hay tres niños de 2, 7 y 8 años por sendos traumatismos que fueron trasladados a centros médicos.
Los restos del autobús de pasajeros que se accidentó. Foto: EFE
El Instituto Nacional de Defensa Civil del Perú (Indeci) informó hoy que el número de muertos tras la caída de un autobús interprovincial a un abismo en el sur del país aumentó a 44, mientras otras 24 personas resultaron heridas, entre ellas siete de gravedad.
Entre los heridos graves hay tres niños de 2, 7 y 8 años por sendos traumatismos que fueron trasladados a centros médicos, donde permanecen internados.
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El accidente ocurrió alrededor de las 0:30 hora local (5:30 GMT) a la altura del kilómetro 780 de la carretera Panamericana Sur, dentro del término municipal de Ocoña, una localidad de la sureña región de Arequipa.
El vehículo se salió de la vía por razones todavía desconocidas y se precipitó por una pronunciada pendiente de unos 200 metros hasta el fondo del abismo, por donde pasa el río Ocoña.
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El autobús, perteneciente a la empresa Rey Latino, cubría la ruta entre la localidad de Chala y la ciudad de Arequipa, capital de la homónima región, y su permiso de circulación estaba caducado, indicó el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), que suspendió cautelarmente el servicio de esa compañía de transportes.
En el rescate participaron bomberos voluntarios, la Policía Nacional y equipos médicos, y además se instaló un puente aéreo para trasladar a los heridos de mayor gravedad hacia los hospitales de las provincias cercanas, principalmente de la ciudad de Arequipa.
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Las diligencias estuvieron a cargo del fiscal Luis Supo, de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Camaná, quien tuvo el apoyo de cuatro fiscales, para decretar el levantamiento de los cadáveres y posterior traslado a la morgue central de Arequipa.
El accidente recordó a otro similar ocurrido a inicios de enero en el que murieron 51 personas cuando otro autobús interprovincial se precipitó a un acantilado de más de cien metros de altura al norte de Lima.