'Con el cese de la mina nos quitaron los sueños de la noche a la mañana'

El cese repentino del proyecto minero, además de paralizar la economía local, cambió bruscamente la vida de miles de personas, entre ellas, Vianka Vargas, una joven cuyos sueños se vieron frustrados tras la interrupción de operaciones de Minera Panamá.

Vargas, antes de que la mina llegara a la provincia de Colón, se dedicaba al campo, principalmente a la siembra y cosecha de café, agricultura y ganadería, actividades que le ayudaban a subsistir, pero no le proporcionaban los recursos suficientes para tener un terreno, casa propia, y darle un mejor futuro a su hija y padres. Sin embargo, al obtener una plaza de empleo en la empresa, esto cambió.

"Con el empleo en Minera Panamá esos sueños comenzaron a hacerse realidad, encontré estabilidad, independencia económica y la oportunidad de crecer profesionalmente", aseguró en entrevista a Panamá América.

Mencionó que ser parte de este proyecto también la ha "empoderado" porque la empresa le dio la confianza de desempeñarse en cargos que generalmente eran ocupados por hombres, permitiéndose demostrar que las mujeres pueden ejercer cualquier rol que se proponga.

"Como mujer, me enseñó a confiar en mis capacidades y a asumir responsabilidades importantes. Como joven, me dio experiencia y la oportunidad de crecer personalmente. Como trabajadora, me permitió aprender un oficio valioso y contribuir económicamente a mi familia. Y como madre, me dio la satisfacción de poder brindarle a mi hija un mejor futuro, demostrándole que con esfuerzo y dedicación se pueden alcanzar muchos sueños", afirmó.

Vargas calificó de positivo que la empresa confíe en las mujeres y en su potencial, ya que, estas acciones impulsan la equidad de género e inspiran a las nuevas generaciones a soñar en grande y no tener miedo, sin embargo, el cierre del proyecto le ha impedido continuar con esta labor.

Señaló que esta decisión ha sido "muy fuerte" para las comunidades porque es como dar un paso hacia atrás después de haber avanzado tanto, ya que no solo se quedaron sin empleo, sino también sin sueños y oportunidades.

"Esto nos afectó tanto emocionalmente porque nos quitaron ese sueño de la noche a la mañana", aseveró.

Detalló que con el cierre la economía se detuvo, muchos emprendimientos quedaron estancados, estudiantes que soñaban con seguir estudiando tuvieron que detener su preparación y se perdieron muchos proyectos. Fue un golpe que se sintió en cada hogar de la comunidad de Coclesito.

La joven reiteró que su posición sobre la mina es firme y clara: apoya la reapertura porque no se trata únicamente de empleos, sino de reactivación económica para las comunidades, más oportunidades y desarrollo para que quienes residen en zonas lejanas puedan volver a vender sus productos, y los más cercanos al proyecto recobren su estabilidad y esperanzas de un futuro mejor.