Pandemia y huelgas trastocan la educación secundaria
Los graduandos de este año tienen la particularidad de que empezaron y, probablemente, terminarán sus estudios secundarios entre irregularidades.
Lo que el pasado 10 de marzo inició con risas y entusiasmo, hoy es un año lectivo lleno de incertidumbre y desánimo para los más de 20,000 estudiantes que se encuentran en la fase final de sus estudios secundarios, pues las suspensiones de los últimos cinco años han obstaculizado su proceso de enseñanza - aprendizaje.
Nicole Quirós, quien cursa el duodécimo grado en el Colegio Secundario Gatuncillo ubicado en el sector de San Juan, Colón, recuerda que su primer acercamiento con el nivel secundario fue a través de una computadora; la pandemia de covid-19 le robó la oportunidad de asistir a un salón de clases, conocer a nuevas personas e interactuar en un entorno diferente, pues estuvo encerrada durante 2 años.
Aunque Quirós nunca dejó de dar clases durante la pandemia, menciona que existen notables diferencias entre la educación virtual y la presencial, por lo tanto, al retornar a las aulas de clases no se sentía preparada académicamente para enfrentar su último año en premedia.
Situación que teme que se repita este año debido al paro docente que inició el pasado 23 de abril; a la estudiante le preocupa no ser aceptada por ninguna universidad debido a su carencia académica.
Según Elías González, director de Educación Media Profesional y Técnica del Ministerio de Educación, la incertidumbre de Quirós es entendible, ya que, la constante pérdida de clases merma el futuro profesional y aumenta la brecha entre el sector privado y el público.
Destaca que las afectaciones de las huelgas no solo se perciben en el ámbito académico, sino también en el cognitivo, porque "el estar en casa sin nada que hacer" afecta a los estudiantes psicológicamente.
El director dice que esta generación tiene la particularidad de que empezó y probablemente terminará sus estudios entre irregularidades debido a que cinco de sus seis años de educación secundaria han sido irregulares; por ello se trabaja en una estrategia para reforzar los contenidos.
Dicho programa se ajustará a las condiciones de cada centro educativo y se pondrá en marcha durante los 2 trimestres restantes de clases.
El también docente descartó que se piense en extender el calendario de clases, pues lo que menos se busca es castigar a los estudiantes. No obstante, se afianzarán los contenidos para que todos los jóvenes adquieran los aprendizajes necesarios para su integración en sociedad.
Datos de la Unesco revelan que Panamá fue el país que más clases perdió en la pandemia, 211 días.
A esta cifra se suma un mes de paralizaciones del año 2022, aproximadamente 42 días en el 2023 y más de un mes en lo que va del 2025.
Esta situación tiene consecuencias al llegar al nivel universitario. Zoila Yadira de Castillo, catedrática de la Universidad Tecnológica de Panamá señala que los estudiantes ingresan con importantes falencias en matemáticas, lenguaje y pensamiento lógico, habilidades que deben desarrollarse en la educación media.
La docente destaca que, a raíz de estas interrupciones, los puntajes de ingreso a la universidad han ido disminuyendo de 1,500 a 1,200, es decir, 300 puntos menos, que se reflejan en la falta de conocimientos hasta el cuarto año de la carrera.