Gleyber Torres se luce en la victoria de los Yanquis; y Nacionales tienen ventaja 2-0
Max Scherzer estuvo insuperable en la victoria de los Nacionales, mientras que en la otra serie, el venezolano Sánchez silenció el estadio de los Astros.
Max Scherzer
Los Nacionales de Washington mantuvieron la calidad en su serpentina y el ritmo ganador en el Viejo Circuito, mientras que en la Liga Americana, los Yanquis de Nueva York volvieron a hacer sonar los bates y ambos dominan, de visitantes, sus respectivas Series de Campeonato.
En el duelo celebrado en San Luis, el abridor Max Scherzer se acercó al trabajo de su compañero de equipo el venezolano Aníbal Sánchez, y los Nacionales vencieron 3-1 al equipo local de los Cardenales en el segundo partido de la serie que ahora dominan 2-0 al mejor de siete.
La segunda victoria seguida de los Nacionales en el campo de los Cardenales, el Busch Stadium, les permite ampliar la ventaja en la Serie de Campeonato.
De los 24 equipos anteriores que comenzaron la serie con ventaja de 2-0, 21 fueron los que consiguieron el pase al Clásico de Otoño.
En camino a acreditarse a victoria, Scherzer (1-0) trabajó siete episodios completos, permitió un imparable, regaló dos pasaportes y retiró a 11 bateadores por la vía de ponche.
Tratando de acercarse al trabajo de Sánchez, quien un día antes lanzó joya de sólo un imparable y no permitió carreras en siete episodios y dos tercios, Scherzer, nativo de San Luis que jugó pelota universitaria para la Universidad de Missouri, realizó 101 lanzamientos, 65 los encajó a la zona del "strike".
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El abridor no permitió un hit hasta que el primera base Paul Goldschmidt abrió la séptima entrada con sencillo.
Sánchez y Scherzer también comenzaron la serie de campeonato de la Liga Americana en el 2013 lanzando juegos seguidos sin imparables de al menos cinco entradas para los Tigres de Detroit contra los Medias Rojas de Boston.
La serie se traslada al campo de los Nacionales, en donde el lunes se jugará el tercer partido de la serie.
Los Nacionales subirán al montículo a su abridor estelar Stephen Strasburg, mientras que los Cardenales buscando la primera victoria iniciarán con la joven promesa de 23 años, Jack Flaherty.
En el juego celebrado en el Minute Maid de Houston, el segunda base venezolano Gleyber Torres, de apenas 22 años, conectó cuadrangular y terminó con cinco remolcadas, mientras que el abridor japonés Masahiro Tanaka trabajó seis entradas con solo un imparable permitido.
La combinación de Torres y Tanaka permitió a los Yanquis blanquearon 7-0 a los Astros y ponerse con la ventaja de 1-0 en la serie que disputan al mejor de siete.
El guardabosques Giancarlo Stanton y el antesalista colombiano Gio Urshela también conectaron sendos cuadrangulares en apoyo a la ofensiva de los Yanquis.
Los Yanquis se acreditaron la victoria manteniendo el poder de los bates que tuvieron durante toda la temporada regular y con tres bambinazos de cuatro esquinas silenciaron a la novena tejana, que acabó la liga con la mejor marca de las mayores, 107 triunfos.
Torres (1) se encargó de iniciar la lluvia de cuadrangulares al conectar de vuelta completa en el sexto episodio.
En esa misma entrada, Stanton (1) aprovechó el desconcierto del abridor de los Astros, Zach Greinke, de 35 años, y también le botó la pelota al otro lado de la barda, con un bambinazo solitario.
Mientras que Urshela (1) cerró la cuenta de poder en la novena entrada al responder con batazo de cuatro esquinas, sin que tampoco hubiese corredores en circulación.
La victoria de los Yanquis se la acreditó Tanaka (1-0), que trabajó seis entradas, permitió un imparable, dio una base por bolas y retiró cuatro bateadores por la vía del ponche.
El segundo juego de la serie se llevará a cabo el domingo nuevamente en el "Minute Maid Park", campo de los Astros, a partir de las 7:08 hora del Centro.
Los Yanquis mandarán al montículo a su abridor James Paxton, que tratará de ampliar la ventaja, mientras que la novena tejana subirá a su estelar, el derecho Justin Verlander, que llega después de haber permitido cuatro carreras a los Rays de Tampa Bay en el cuarto partido de la Serie Divisional, que los Astros perdieron.