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Robo de identidad, un dolor de cabeza
Elio Núñez - Publicado:
SI CREÍA que el delito de suplantación o robo de identidad era exclusivo de los países desarrollados como Estados Unidos, preste mucha atención a lo que seguidamente describiremos.Juan Ibáñez es un empresario panameño, quien junto a su esposa Yvette, ha logrado surgir a base de esfuerzo.Ambos fueron víctimas de estafadores.Los delincuentes obtuvieron una copia de sus cédulas de identidad personal y con ellas establecieron empresas de papel.Además hicieron compras en varios locales comerciales con tarjetas de crédito y cheques a nombre de los Ibáñez.Un día, tras una denuncia por fraude ante la Policía Nacional, cuatro autos bloquearon el vehículo donde viajaba la pareja, junto a sus hijos y sin explicarles el por qué, los retuvieron.Los flashazos de las cámaras de los fotógrafos de los medios de comunicación le anunciaban a los Ibáñez que algo estaba pasando, sin embargo, ellos no sabían nada.Yvette contó al Panamá América lo trágico que fue un viernes del mes de mayo del 2005."Mi esposo y yo fuimos detenidos por agentes del DIIP en relación a un fraude bancario donde mi esposo aparecía como residente y representante legal de una sociedad anónima".Aún nerviosa por todo lo que están pasando para limpiar su imagen, dijo que ellos no sabían que el hacer el favor a un amigo había sido su peor error.Ybáñez dijo que el conocido de un amigo de su esposo se iba de viaje por lo que necesitaba que Juan le ayudará a llenar documentos de traspaso de vehículos de segunda a suelo panameño para su posterior reventa.Para esta diligencia necesitaban copias de su cédula por lo que una secretaria del mencionado hombre fue a buscarla a empresa de la pareja."La muchacha llegó, Juan sacó dos copias de la cédula, y ella insistió en que no se veían bien por lo que iba ir a la calle a sacar copias", dijo Ivette.La mujer tomó copia del documento y realizó varios trámites que le fueron acreditado a la pareja.Luego que las autoridades judiciales aclararon el caso y detuvieron a los delincuentes, los esposos han tenido que realizar varios exámenes caligráficos para demostrar que esa no era su firma y que no estuvieron involucrados en la confección de cheques sin fondo.Denuncian que un banco de la localidad aceptó abrir una cuenta con la copia de cédula y sin ellos presente.Recomiendan verificar qué bancos son los más serios para hacer trámites.