Una imagen vale más que mil palabras

El titulo que utilizamos en nuestra columna de hoy refleja el dinamismo que posee una imagen para transmitir un mensaje. El ojo clínico de un fotógrafo refleja artísticamente su creatividad y ardor en exhibir la diferencia entre el ser y estar, entre su visión y lo que no vemos la mayoría de los parroquianos.

Fue por ello que al recibir la cordial invitación de la arquitecta Mari Guizado, presidente del Comité de Fotografía del Club Unión para participar en la ponencia "Fotografía de Destinos y Viajes" el jueves pasado, palpitó con júbilo el corazón, tratándose de dos temas que me apasionan.

El afiche asoma la figura del expositor como "Essdras M. Suárez, ganador de dos premios Pulitzer". Con aquella introducción se revela un caballero, ciudadano del mundo, ducho en el tema a juzgar por sus laureles. El premio Pulitzer de Fotografía resulta el máximo galardón en el periodismo gráfico en Estados Unidos. Desde 1968 reconoce a destacados profesionales en un país que cuenta con cientos de periódicos y miles de fotógrafos. Ganar un Pulitzer puede ser un chiripon, pero ya cuando se otorga un segundo, separa al recipiente de la multitud.

Iniciando la actividad a las 6:00 P.M. y previendo el estrés del tráfico capitalino en horas pico, me apersoné al Salón Bahía a las 4:50 de la tarde, ya con un puñado de personas presente, acercandome al podio para estrechar la mano del expositor, quien me presenta a su "asistente" (más bien diría yo jefe), su guapa esposa Sara, también periodista galardonada con 7 premios Emmy, que reconocen la excelencia en la industria de televisión estadounidense.

Cual sería mi sorpresa al enterarme que esta parejita, tanto ella como el, son panameños de pura cepa. Con amplio tiempo de antelación se encontraron el hambre y las ganas de comer al entrevistar con lujos de detalles a estos fulgurantes brillantes istmeños.

El abuelo materno de Essdras, oriundo de allá del Valle de la Luna, emigró de la altiva provincia hacia Estados Unidos, patrocinado por United Fruit Company, en la década de los años cincuenta del siglo pasado. Ello permitió el traslado de la familia posterior a la graduación de Essdras de escuela secundaria tres décadas después, durante el ápice de los turbulentos años de la dictadura.

Con un sesgo hacia el periodismo inicia sus estudios universitarios en Miami Dade Community College, posteriormente culminando su carrera en la Universidad de Florida en Gainesville. Es allí donde su mentora le recomienda que, a falta de una erudición idónea en la lengua de Shakespeare por ser idioma de recién adopción, optará por una especialización en fotoperiodismo.

El destino le sonríe al ser invitado a una cena y sentarse a la diestra de Tom Kennedy, director de fotografía de National Geographic, quien entrevista al puñado de candidatos para una pasantía, resultando el ungido, sobresaliendo en su primera asignación en las selvas de Colombia, Panamá y Costa Rica.

Posterior a su matrimonio con Sara, la joven pareja inicia su faena profesional en Denver, Colorado donde Essdras se integra al diario Rocky Mountain News durante 6 años, para posteriormente laborar 12 años en el prestigioso rotativo The Boston Globe y un lustro en el diario The Washington Post, ciclos que permitieron afinar su tino en torno a más de 60 países alrededor del mundo.

Su presentación aquella noche consta obviamente de fotografías, no gráficas comunes, sino más bien que reflejan la perfección de su arte causando el suspirar de los presentes. A Dios gracias se integra nuevamente este talento en Panamá, a través de su empresa EMS Photo Adventures MMC.

Posterior a su aclimatación, tema bien tortuoso de asimilar posterior a sus vivencias norteñas durante décadas, rogamos que la frustración no les obligue al destierro y se transformen en faros y mentores que iluminen nuevas generaciones de profesionales del periodismo y la fotografía en un país que todo lo tiene, pero a dos velas le destella. ¡Bienvenidos Sara y Essdras!

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