Actividades delictivas y violencia continúan estremeciendo al país
Un hombre mató a su hija adolescente en Nuevo Tocumen, en Pacora, sector donde el viernes fueron hallados tres cadáveres en una camioneta conducida por un sujeto considerado de ‘alto perfil’.
Panamá es uno de los países que mayor electricidad consume, pero tiene problemas con el alumbrado del país, lo que provoca que esto sea utilizado por los delincuentes a su favor.
Un fenómeno que empeora en áreas alejadas, que son puntos fáciles para los delincuentes que durante las últimas semanas parecen haberse apoderado de Panamá.
Los reportes de postes de luz con luminarias defectuosas han dado pie a que la delincuencia entre a barriadas que antes eran consideradas seguras.
“No sé cómo están haciendo los ladrones, pero a la vecina se le llevaron desde el perrito, el jabón de lavar, el suavitel y la máquina de cortar hierba; esto se está volviendo insostenible”, expresó Abigail Ortiz, residente en el área de San José, en el distrito de San Miguelito.
Una situación que, en comparación con los cadáveres que eran transportados en un auto tipo camioneta en el sector de El Trébol, Pacora, pudiera ser considerado algo mínimo, pero para la población, “delincuencia es delincuencia”.
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“Delincuencia es delincuencia; así sea que me roben un gancho de ropa o un carro, en este país ya no estamos seguros”, declaró Ortiz.
Mientras en San José pelean por robos domésticos, en Nuevo Tocumen se registró un asesinato.
Un hombre es sospechoso de asesinar a su hija, de 14 años de edad. Supuestamente la estranguló y la infante murió, a pesar de recibir los primeros auxilios.
Todos estos casos salen a relucir, después de que el mandatario Juan Carlos Varela y su Ministerio de Seguridad lanzaran con bombos y platillos los nuevos programas que tienen para combatir la delincuencia como Fuerza de Tarea Conjunta Arcángel y el Plan Escudo, que buscan garantizar la sana convivencia pacífica y el bienestar de la población en las áreas afectadas por el narcotráfico.
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“Nada de eso funciona si no hay respeto hacia las autoridades. Los valores y la educación en casa se ha perdido”, reconoció el sociólogo Ernesto Córdoba, quien pone como ejemplo que ya ni en los buses se le cede el puesto a los adultos mayores.
El temor de la población es que la ola de crímenes vaya en aumento y que la Policía Nacional no la pueda controlar.
Complicado
Ni siquiera las escuelas de Panamá y San Miguelito se salvan de los delincuentes.
En las calles adyacentes al Instituto Nacional, varias estudiantes han sido víctimas de hurto por parte de jóvenes que utilizan abrigos, les ponen un cuchillo en la cintura, les quitan los celulares y salen huyendo.
También hay denuncias de personas que han robado la comida de los comedores en ciertas escuelas, lo que ha causado la frustración en la sociedad que no se siente segura en ningún lugar.