Le dan el último adiós al médico chiricano asesinado en Colombia

Familiares, amigos y conocidos le dieron el último adiós al médico chiricano, José Luis Santamaría, de 33 años, presuntamente asesinado en Bogotá, Colombia.

Los restos del galeno chiricano, luego de cumplido con los trámites correspondientes, fueron repatriados desde Colombia a Panamá, y la mañana de este domingo fueron velados enuna funeraria en David, Chiriquí.

Posteriormente, los restos fueron trasladados a la iglesia Catedral de San José de David, en donde fue oficiada la misa de cuerpo presente.

Frente al féretro del médico chiricano residente en el sector de la Victoriano Lorenzo, en David, se mantenía un cuadro con una fotografía suya, donde quedó plasmado uno de esos momentos donde era reconocido por un logro alcanzado durante su vida profesional.

En el cementerio municipal de David, reposan los restos de Santamaría, luego de darle cristiana sepultura la mañana de este domingo.

Amarilis Jurado, aseguró ser como una madre para José Luis y solo les queda pedir justicia a las autoridades y que se investigue su muerte.

“Pedimos justicia, amamos a ese chico, a todos nos deja un gran vacío”.

“Confiamos en Dios y en los gobiernos de Colombia y Panamá para que puedan esclarecer este hecho, contra este chico, a quien quería como mi hijo, porque lo vi nacer, le dio honor a Panamá, me lo mataron el día del estudiante, y murió como un estudiante, solo buscaba alcanzar otro sueño más, él no merecía una muerte así”, expresó Jurado.

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El galeno chiricano fue despedido por una gran cantidad de familiares y amigos, quienes en medio de lágrimas recordaban a ese joven soñador.

El médico chiricano tenía solo 27 días de haber arribado a Colombia, donde realizaba estudios para una sub especialización en neumología.

La muerte del panameño se dio el 27 de octubre, cuando se escuchó una fuerte explosión en el apartamento del galeno, en Bogotá, Colombia, y cuando las autoridades ingresaron al lugar ubicaron el cuerpo del joven en el área del baño con heridas de arma blanca en el cuello y pecho.

Se conoció que el médico vivía solo en el apartamento 201 en Bogotá, un área segura que cuenta con sistema de vigilancia, cerca al hospital de la Universidad Javeriana, donde efectuaba sus estudios.

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