'Cultura Maker' revolucionará la forma de crear productos para uso personal o local en Panamá
¿Te imaginas a un artesano creando patrón de una pollera o un tallado en una computadora para que una máquina lo borde o lo corte?, esto sería una opción para los artesanos panameños, lo que les permitiría reducir tiempo, aumentar la producción e incluso mejora la calidad de sus productos.
Instalan Laboratorio de Fabricación Digital (FaBLAB) en Universidades. Foto: Cortesía
Panamá abre camino hacia una cultura maker al servicio de la comunidad a través de la instalación de cuatro Laboratorios de Fabricación Digital (FaBLAB).
Se trata de una instalación de fabricación digital de uso personal que agrupa máquinas controladas por ordenadores para la creación y producción de objetos físicos a escala personal o para el uso local, explica el ingeniero Luis Cisneros, director de Infoplazas AIP.
Estos talleres están compuestos por herramientas de simulación, visualización en 3D, análisis y colaboración con el objetivo de crear definiciones de procesos de producto y de fabricación simultáneamente, detallan los expertos.
¿Te imaginas a un artesano creando patrón de una pollera o un tallado en una computadora para que una máquina lo borde o lo corte?, esto sería una opción para los artesanos panameños, lo que les permitiría reducir tiempo, aumentar la producción e incluso mejora la calidad de sus productos.
Estos laboratorios cuentan con equipos que van desde máquinas de bordar, impresoras láser, impresoras 3D, entre otras, lo que permite fusionar a profesionales de diferentes disciplinas como la medicina, robótica, ingeniería, la parte industrial y sistema, explica el arquitecto José Chávez, coordinador de FabLab de la Facultad de Arquitectura.
Otra de las ventajas de la cultura maker es que es colaborativa, comparte conocimiento de manera que la información de los proyectos que se desarrollan en los FabLab a nivel internacional se comparte de manera gratuita entre sus miembros, agrega Cisnero.
Tal cual es el caso del Centro de Innovación, Desarrollo Tecnológico y Emprendimiento (CIDETE) del Centro Regional Universitario de Veraguas (UP) donde se desarrolla una mano robótica, que bien puede dar paso a la impresión de prototipos de prótesis con la regulación del Ministerio de Salud.
Para Cisnero la revolución va más allá, cuando en otros países ya se está desarrollando órganos humanos y huesos a la medida de las personas. 'Yo puedo producir prácticamente lo que me dé la gana, el límite es la creatividad', indica.
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Actualmente, en estos laboratorios laboran técnicos capacitados en la mayor parte de las herramientas, estudiantes, docentes capacitados que cuentan con maestría en estas áreas.
Para los expertos, los FabLab deben convertirse en un parque de diversión para las personas que quieran desarrollar cosas de manera productiva, de negocio, fructíferas y de utilidad.
Los interesados, podrán desarrollar su idea y posteriormente, presentarlo a los FaBLab para su impresión, indica.
Los laboratorios están dotados con equipos tecnológicos valorados en más de 40 mil balboas, e insumos con valor aproximado de 6 mil balboas y están ubicados en el Centro Regional de Azuero de la UTP en la provincia de Los Santos, el Centro Regional de David de la UTP, en el Centro de Innovación, Desarrollo Tecnológico y Emprendimiento (CIDETE) del Centro Regional Universitario de Veraguas de la UP, y la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Panamá.
Para Cisnero lo interesante de los FabLaB es que los insumos son económicos y accesible comparado con los resultados.
La iniciativa nace desde la Senacyt en colaboración con la Infoplaza AIP y en convenios con los rectores de la Universidad de Panamá (UP) y la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP).
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