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El gran centinela de la mejoranera
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Carlos M.Patterson (carlos.patterson@epasa.com) / PANAMA AMERICA Un homenaje a la tradición Recientemente en conjunto con Benjamín Acevedo y Antonio Toñito Vargas, Don Gregorio Vargas participó en la publicación de una producción musical titulada “Un bin bin y un jilguero”, en la que se presenta la verdadera esencia de la décima panameña, uno de los principales ejes de la identidad istmeña.La obra de arte presenta una recopilación de las décimas más emblemáticas de la tradición nacional.Como un preludio celestial que despierta sensaciones de aquellos que aman el folclor, el dulce sonido de la mejoranera es sinónimo de amor a la Patria, de tradición e identidad.Tiene un centinela, quien ha pasado su vida como fiel amante del instrumento nacional de Panamá.Fiel defensor de la tradición y canal de sabiduría para las nuevas generaciones.Gregorio Vargas es un hombre que cree en Dios, ama a su familia, pero su eterna pasión es la ejecución de la mejoranera.Descendiente de una familia de músicos tradicionales, a sus 73 años es un fiel guardián de las tradiciones santeñas.Son 61 años que ha pasado susurrando con el singular trinar, que resulta del frote de sus dedos con el instrumento.“Todavía hoy recuerdo aquellos encuentros entre ejecutores y trovadores de mejorana, cuando llegaban a la fiesta de las Mercedes y hacían competencias debajo de un árbol de mango”, comenta el maestro del folclor.[B]Dedicación.[/B]Hoy en día, “Don Gollo”, como le dicen popularmente, sigue ejecutando el instrumento, pero lo que más le hace feliz es transmitir esos conocimientos a las nuevas generaciones; niños y jovencitos que aman, respetan el folclor y se sienten atraídos por la ejecución de la mejorana.Cientos de niños han pasado por su tutoría.Esforzándose cada día, Don Gollo se esmera por tratar de que en cada charrasqueo de la mejorana, se imprima una gota de conocimiento en los jóvenes.“El mesano por ser un tono sencillo es el primero que se ejecuta, después el gallino”, declaró el folclorista mientras hacía sonar la mejoranera.El artista, que nunca se ha dedicado a la música profesionalmente, ha sido un incansable colaborador del Festival de la Mejorana en Guararé, y junto a otros grandes de la tradición, ha sido parte de una generación responsable de orientar las costumbres y tradiciones por el camino de la exaltación, el valor y el respeto.Sus alumnos le respetan, quieren y admiran, pues sin la ayuda de nadie, solo escuchando, ha sabido ejecutar la mejorana magistralmente.Don Gregorio Vargas dejará de ejecutar la mejorana el día en que se vaya de este mundo.Mientras, su labor como maestro y como centinela del folclor continúa, valorando la tradición y enseñando a los demás.