Feligreses agradecen favores al Cristo Negro de Portobelo
En su mensaje Monseñor Ochogavía pidió la unidad de todos los panameños.
Misa en la Iglesia. Foto: Delfia Cortez
Viva el Naza!, era el grito de júbilo de los que lograron cumplir sus penitencias y llegar hasta la imagen del Cristo Negro para agradecer los favores recibidos.
Miles de peregrinos llegaron este 21 de octubre a la celebración de la fiesta religiosa donde los católicos rinden un homenaje al Cristo Negro de Portobelo, pero cada uno desde su sentimiento.
Este año como otros, no llovió, a pesar que oscureció por un momento, lo que mantuvo el calor de los peregrinos que sudaban para llegar hasta la Iglesia de San Felipe.
Las penitencias no cambian porque hombres y mujeres caminaban descalzos, algunos desde el parque de Portobelo arrastrándose, algunos con las espermas de las velas sobre su espalda, otros de rodillas, pero todos con la fe poderosa en el Nazareno.
Este año la cruz que cargaba el Cristo fue parte del trabajo de artesanos de la Costa Abajo que tallaron el madero.
La Iglesia se quedó pequeña para los miles de fieles que querían participar de la misa de las 6 de la tarde oficiada por Monseñor Manuel Ochogavía, Obispo de Colón y Kuna Yala.
La procesión dio inicio a las 8:00 de la noche y los primeros en cargar al santo milagroso fueron los lugareños, mientras los peregrinos hacían sus intentos para llegar y poner su mano para colaborar.
Monseñor Ochogavia compartió junto a monseñor Luis Lacunza y sacerdotes de Colón, que participaron en las primeras misas del día 21 de octubre.