Panamá y la comarca Ngäbe Buglé lideran estadísticas de adolescentes embarazadas en el 2020
Un total de 4,970 adolescente de entre 10 y 19 años ingresaron al sistema para recibir atención prenatal, según estadísticas del MINSA.
Un total de 4,970 adolescente de entre 10 y 19 años ingresaron al sistema para recibir atención prenatal.
La provincia de Panamá y la comarca Ngäbe Buglé encabezan las estadística de casos de menores embarazadas, según el Sistema de Información y Estadísticas en Salud (SIES) del Ministerio de Salud (MINSA) correspondiente al primer semestre 2020.
Según el informe, un total de 4,970 adolescente de entre 10 y 19 años ingresaron al sistema para recibir atención prenatal en las instalaciones de salud de todo el país, de las cuales 903 correspondían a la provincia de Panamá, la cifra más alta.
En tanto, la comarca Ngäbe Buglé reportó 805 casos y la provincia de Panamá Oeste con 439 adolescentes embarazadas.
Mientras que en las provincias de Bocas del Toro la cifra de menores embarazadas es de 296, seguido de Chiriquí con un total de 272, Coclé con 260, Veraguas 220, Colón con 143, la provincia de Herrera alcanza un total de 79 y la provincia de Darién con 67 adolescentes embarazadas.
El reporte del Minsa ubica a la provincia de Los Santos con las estadística más baja durante el 2020, con un total de 34 casos.
Además de la atención prenatal, el Ministerio de Salud brinda ofrece programas de orientación, de estimulación en la primera infancia y vacunación gratis.
La alta incidencia de menores embarazadas y con enfermedades de trasmisión sexual, mantiene encendido el debate de la educación sexual y cómo abordarlo, desde la famila como las entidades educativas.
En el 2019 las cifras de adolescentes embarazadas alcanzó 9,028 a nivel de provincias, mientras que en las comarcas se reportó un total 1,804 menores embarazadas, siendo la Comarca Ngäbe Buglé la que finalizó con la incidencia más alta con 1, 515.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) atribuye esta situación a la falta educación y apoyo para alentar a las niñas a retrasar la maternidad hasta que estén completamente preparadas.
El embarazo en adolescente trae "consecuencias negativas e irreversibles" y cambia "todo el proyecto de vida de la adolescente", incrementando su dependencia económica y evaporando sus perspectivas educativas y laborales, detalla el Fondo de Población de Naciones Unidas.