Canchas bajo techo, el secreto del progreso futbolístico en la fría Islandia
Cuando los islandeses pudieron jugar fútbol todo el año, el resto del deporte se hizo más profesional.
Faltan dos horas para que salga el sol, y unos 700 niños llegan a una práctica de fútbol un domingo por la mañana en Reikiavik, la capital más boreal del planeta.Cae nieve y el clima es gélido afuera, pero los futbolistas superan el problema de practicar el fútbol en esta isla ubicada en el Atlántico norte al reunirse en una cancha bajo techo con césped artificial.Saben que es posible que algún día lleguen a jugar en una Copa del Mundo. Después de todo, su selección estará el próximo año en Rusia, al convertirse en el país de menor población que se clasifica a un Mundial. El sorteo del viernes lo ubicó en el Grupo D junto con Argentina, Croacia y Nigeria.Muchos se preguntan si esta nación de 340.000 habitantes está cosechando los resultados de su inversión en el deporte, o simplemente goza de un éxito pasajero.
El ex técnico de Islandia, Gudjon Thordarson, dijo que se trata de los resultados de un proyecto bien planificado.
VEA TAMBIÉN: Islandia ya no es una sorpresa“Coloquen las siete canchas bajo techo de Islandia en Coventry”, dijo Thordarson en una entrevista con The Associated Press, mencionando una ciudad inglesa con casi la misma población que Islandia, “y vean qué sucede en 15 años”.Lo que ya ha sucedido, según Thordarson, es que cuando los islandeses pudieron jugar fútbol todo el año, el resto del deporte se hizo más profesional. La labor de los entrenadores se convirtió en un trabajo pagado con requisitos específicos, en vez de un puesto voluntario otorgado a cualquier padre.Islandia tiene 460 entrenadores con licencias B de la UEFA para entrenar a niños de hasta 16 años, o sea, uno por cada 740 habitantes. Hakon Sverrisson, quien dejó su trabajo como profesor de matemáticas para convertirse en el técnico del club Breidablik, dijo que quiere que los mejores entrenadores permanezcan en las divisiones infantiles porque “ahí es cuando (los futbolistas) aprenden más”.