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Borojó, la planta sagrada
Julio Bermúdez Valdés - Publicado:
LA IDEA es establecer en Panamá una agroindustria que permita procesar el Borojó en distintos tipos de productos: desde el alimenticio hasta los cosméticos y para lo cual se conversa con la Asociación de Pequeños y Medianos Productores (APEMEP).Rica en sales y minerales, los descubrimientos de sus componentes químicos la proyectan como una de las frutas más ricas en proteínas, calcio, fósforo, aminoácidos, cobre, hierro.Pero no es un descubrimiento nuevo.En realidad el borojó ha hecho parte de la agenda humana desde hace 12 mil años, según nos confirmó el Doctor Luis Emilio Arenas Martínez.Solo hay que imaginarse a las tribus trashumantes de la región escogiéndola de entre las demás plantas, y luego, convencidas de sus beneficios, llevando sus semillas a cualquier lugar a donde se dirigían.En Panamá fue introducida en el siglo XIX por los emberá que a su vez la tomaron de los Chamanes, quienes junto a los Chibchas y los Chocoes hicieron de Darién una especie de Gran Universidad botánica.Quizás un poco tardíamente, han comenzado a reconocerse sus propiedades, apoyados en su historia, en su utilidad cultural y medicinal, para tratar ahora de incorporarla a la dieta del hombre.¿Estamos acaso ante otro boom publicitario de plantas exóticas? El Doctor Luis Emilio Arenas Martínez, uno de los más dedicados estudiosos del tema afirma que estamos ante una de las especies más ricas en propiedades.Luis Arenas: Si en menor escala, entre otras cosas el vino Darién, pero de cierta manera ha sido negativa la influencia del conflicto social por el que atraviesa el país.Luis Arenas: En chocoe significa árbol de cabezas colgantes, compuesto por las palabras Boro, que traducida significa árbol y jo, cabeza.En la cultura amazónica, el borojó recibió el nombre de prouí, que según el Doctor Víctor Manuel Patiño, asume la misma traducción.En Centroamérica, el sur de México y Guatemala se habla del holom, que se traduce de la misma forma.Es lo que ha hecho pensar, que el borojó transitó desde Sudamérica hasta Centroamérica, todo el cordón selvático de trópico húmedo.Luis Arenas: Primero porque la fruta no es ajena a este país.En distintas regiones existe un clima húmedo, típico y similar al que requiere la fruta para crecer...pero también por las condiciones sociales de paz que existen aquí.Un ingeniero agrónomo colombiano, oriundo del Almendro, Medio Baudó, en el Chocó colombiano, que ha dedicado los últimos 20 años de su vida al estudio de lo que los indígenas de esa región han llamado La Fruta Sagrada.Estudiarla ha significado, según nos dijo, al tiempo que un ejercicio científico, el cumplimiento de un mandato familiar.Cuando concluyó sus estudios secundarios con el título de Bachiller Académico en el Colegio Mayor Yumbo, en 1976, Abigail Arenas Perea, su padre, le propuso estudiar a fondo este asunto.Heredero de esa atención que ciertos afrocolombianos le dedicaban a temas como el que nos atañe, el viejo Abigail le pidió a su hijo estudiar en esencia el borojó, dado el largo camino recorrido por la fruta junto a su población.Ellos la habían tomado de los indígenas, y tardaron años en que estos últimos le permitieran conocer los secretos de este fruto.Por eso en 1984, cuando ya estudiaba en la Universidad Nacional de Colombia, en Palmira, en la Facultad de Ciencias Agropecuarias Luis Emilio dedicó su tesis de graduación a: El Borojó, cultivo promisorio para el trópico húmedo colombiano", calificada por esa alta casa de estudios como Meritoria.Con una basta trayectoria laboral, Arenas Martínez ha ocupado, entre otros cargos, Consultor del Proyecto DIAR-CODECHOCO, resultante de un convenio de cooperación entre la Corporación Autónoma Regional del Chocó y la Embajada de Holanda, asesor de distintos proyectos realizados en la Cuenca del Rio Valle, en Bahía Solano, director de programas campesinos, asesor del Departamento del Chocó y miembro la Mesa Binacional Colombo-panameña.Ha participado en la organización y desarrollo de un sinnúmero de organizaciones afrocolombianas en el Departamento del Chocó, entre ellas ASPROVAL, para la Fundación Natura.Ha realizado más de una veintena de investigaciones, además del borojó, sobre seguridad alimentaria, producción de bebidas calientes a partir de la pula del borojó, mejoramiento de suelos en terrazas a partir de vegetales y abonos; director de tesis y actualmente aspira a un PH.D.en Ciencias Agrícolas en la Universidad Agraria de La Habana, Cuba.Del 25 de febrero al 3 de marzo de 2004 dicto en Yaviza, Darién, el primer curso sobre el manejo agronómico del borojó, contratado por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario.En 1984, cuando decidió realizar su tesis de grado en la Universidad Nacional de Colombia, sucedió uno de esos hechos que refuerzan convicciones.Pudo conocer al Doctor Víctor Manuel Patiño, el primer colombiano que estudió en regla esta fruta tropical, y en función del cual fue clasificada científicamente como Borojó patinoi .Luis Arenas: El borojó se asume como originario del Amazonas, ya que allí se encuentra la mayor cantidad de especies reportadas.En el amazona brasilero existen cinco especies de borojó; en el estado de Falcon, en Venezuela, una zona que se sale un poco de lo que es el trópico húmedo, donde hay dos especies.En el Darién panameño encontramos dos especies, el borojó panamensis y el borojó atlantisensis, o como lo llaman los indígenas emberá: borojó pichí, que significa que es pequeño.Las especies típicas del género son entonces el borojó patinoi cuatrecasas, que se encuentra en Colombia.Para algunos autores como Miguel Angel Córdoba se debe llamar también Borojó chocoense.Igualmente el borojó sorbilis de la amazonía brasilera.Son frutas que alcanzan hasta las cuatro libras de peso.Luis Arenas: Eso ha dependido de las presiones ambientales que sufrió la especie.Se asume que la especie evolucionó de manera separada.El borojó es una fruta cuyo inicio se sitúa en la época cuaternaria, en holoceno.Una vez surge la cordillera de Los Andes quedan separadas las áreas de Brasil con el pacífico colombiano, lo que hace que en microclimas especiales donde evolucionó la especie se planteó un proceso evolutivo diferenciado.En el caso del Patinoi y el soribilis, encontraron las condiciones más benignas para desarrollarse y alcanzar el tamaño que han alcanzado.Luis Arenas: Estamos hablando del holoceno temprano de la era cuaternaria.Hace unos 10 mil años se desarrollan las especies útiles al hombre.Según el doctor Víctor Manuel Toledo, en la amazonía se reporta presencia humana hace 12 mil años, lo que nos hace concluir que las selvas existían ya para esta época.El hombre había empezado a seleccionar las especies de acuerdo a su uso.Las zonas selváticas de Brasil son un centro de origen de especies autóctonas como el pixbae, el propio borojó, el guaraná, el cacao, que según se reporta, ya existían en esa época.Al borojó lo encontramos dentro de las especies que el hombre iba extractando de la selva para traerla a su huerto.El proceso de chagras, practicado ancestralmente por las comunidades indígenas, permite hacer uso racional de la selva, pero luego es abandonado.De esa manera se va cultivando la selva y van surgiendo nichos donde quedan las especies cultivadas con el tiempo.Cuando uno se encuentra con esas plantas en la selva cree que eso surgió de la nada, y no es así, han sido los hombres los que la plantaron allí.Fueron las tribus trashumantes que se movilizaban a través de la selva brasilera y Centroamérica, cruzando por Panamá.Luis Arenas: Si, porque los indígenas las llevaban de un lugar a otro.La consideraban la planta sagrada, clave en sus procesos.Luis Arenas: Inicialmente era utilizada para embalsamar cadáveres y para purificar, mezclada con otras plantas, a alguien que hubiese cometido algún delito.Luis Arenas: Una planta muy antigua, de especie dioica, más atrasada que las hermafroditas, en términos evolutivos de las especies.Luis Arenas: Dioica quiere decir casas separadas.Es decir que la flor femenina está en un árbol y la flor masculina está en otro.La mayoría de las especies de este tipo han desparecido.El borojó solo ha podido llegar hasta nuestros días porque el hombre se introdujo en el proceso de conservarla, y si la conservó fue porque logró tener algún significado muy especial para él.Luis Arenas: Además de embalsamar cadáveres, el borojó fue mezclado con otras plantas y fue incorporada culturalmente a la danza de la fertilidad para la iniciación de los jóvenes en la pubertad.Cuando los afro la conocen, la comienzan a utilizar machacada para los problemas de debilidad, producido en las niñas por la pérdida de sangre en su proceso menstrual.Luis Arenas: Lo primero que teníamos que definir era si lo usaban como conservante de cadáveres, cuales eran las sustancias que tenía que permitían eso.Entonces encontramos que es rico en minerales y sales orgánicas.Tiene un ph tan ácido que parece un cítrico, y está rico en sales que permiten la conservación.La otra situación fue que, los curanderos afro lograron transferir algunas especies que usaban los indígenas, y los afro, que tenían una clasificación en especies calientes y frías, clasifican el borojó en especie fría.Las especies fría sirven para atender problemas renales, gastroinstestinales, cicatrizar heridas, y el uso medicinal comienza por allí.Hasta ese momento solo era medicinal.No está en la dieta.Luis Arenas: Entre 1948 y 1951 se hace el descubrimiento de la especie desde el punto de vista botánico y taxonómico, por el Doctor Víctor Manuel Patiño, quien recoge las especie en el Chocó y la lleva donde el botánico taxónomo, el Doctor José Cuatrecasas, un profesor de taxonomía de la Universidad de Colombia, sacerdote jesuita, quien es el que lo clasifica, y en respeto al Dr.Patiño lo denomina borojó patinoi.Pero Cuatrecasas descubre que no solo la especie es nueva para la ciencia, sino también el género.En 1953 en Brasil reclasifica la especie.El género borojó tiene la característica de que el tejido placentario no tiene divisiones ni tejido ninguno, es connivente y convergente.Esa característica hace de que ese genero sea especifico.El género es ahora aceptado universalmente.Semblanzas: Las propiedades de la fruta la convierten en una alternativa nutricional de grandes perspectivas, y por lo mismo en un conveniente proyecto empresarial.Quizás por eso en las conversaciones sostenidas por el Dr.Arenas Martines con la APEMEP se estudia la posibilidad de instalar agroindustrias en Panamá, a partir del establecimiento de zonas de cultivos allí donde las condiciones ambientales son parecidas a las que han hecho del borojó una especie codiciada en Colombia y Brasil.Hasta ahora la ignorancia del hombre contemporáneo, con toda su modernidad, la había marginado, pero 12 mil años después, el borojó, la planta sagrada, puede ser una alternativa efectiva contra el hambre y la pobreza.