Denuncian tráfico de influencias en designación de Esmeralda de Troitiño

La exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) (2004-2009), Esmeralda Arosemena de Troitiño y ahora, comisionada de Panamá ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), no solo es cuestionada por las decisiones que tomó mientras ocupó el cargo en la Corte, que a juicio de voces como Frenadeso y afectados por el dietilenglicol, dista de la defensa de los derechos humanos, sino también por supuestos tráficos de influencia. Ronaldo Ortiz, del Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales de Panamá (Frenadeso), denunció que la designación de Troitiño es "otra movida más" del actual Gobierno, liderado por el presidente, Juan Carlos Varela, pues, la comisionada es la suegra de Salvador Sánchez, uno de los asesores del mandatario. Según Ortiz, de Troitiño no solo fue premiada con el cargo por vínculos familiares, sino por ser "parte del grupo de personas" que tienen intereses en la actual administración gubernamental. Ortiz explica que al Gobierno le interesa estar ubicado en un escenario trascendental como la CIDH. “Se sigue con la actitud de favorecer intereses de amistades, de cúpulas (...)”, agregó a Panamá América. Para el excandidato a alcalde, Fernando Cebamanos, Troitiño no merece ocupar un cargo de esta naturaleza, pues no representa a la población, y sí cree que su designación corresponde a vínculos familiares. Ambos consultados consideran que quien debe ocupar ese puesto es una persona que ha estado presente siempre en las luchas sociales. En un medio televisivo, Troitiño dijo que "abre el espacio" para una conversación para las víctimas, y dijo que sus propósitos en la CIDH es la responsabilidad con la justicia y derechos.