El tabú en el uso de potenciadores
Ingrid Perscky, cirujana y uróloga que trata el padecimiento. Juan Carlos Lamboglia
La lista de medicamentos utilizados como potenciadores sexuales es extensa, no obstante, lo que recomiendan los especialistas es no consumir determinado producto sin antes hacer una consulta médica.
Antes de los años 80, en caso de detectar la disfunción eréctil se le recomendaba una terapia psicológica y hasta prótesis de pene, que eran como dos polos opuestos a lo que hoy día se utiliza.
El medicamento más común que recomiendan los urólogos, una vez detectan el padecimiento en el varón, se llama Sildenafilo, aunque en el mercado hay una larga lista de productos (ver infografía)
Los especialistas recomiendan que la persona se someta a un tratamiento, debido a que es necesario. No obstante, los precios de estos medicamentos son caros, y como realmente no se maneja como un problema de salud pública, es poco posible que estén disponibles en el Ministerio de Salud o en la Caja de Seguro Social y por ello las personas toman cualquier cosa para solucionar su padecimiento.
En el caso de los jóvenes que utilizan potenciadores, no es recomendable que lo utilicen sino lo necesitan, ya que ello podría conllevar a que produzca una erección prolongada y por ende perder el pene.
La uróloga Ingrid Perscky plantea que los potenciadores sexuales ayudan, pero deben usarse con control médico y el paciente explicarle al especialista, conversar y recibir orientación del doctor.
El ingerir productos que no cuenten con el debido registro médico, o si la persona no conoce cuál es su estado de salud, puede generar efectos negativos en todo el sistema cardiovascular, y por ello puede ocasionar un infarto, desmayos, presión baja, presión alta, que se le suba la taquicardia; por ello es altamente riesgoso tomar cualquier producto que no haya sido evaluado y que no esté considerado medicamento, que tenga las debidas alertas.
Incluso hay quienes al no contar con los recursos acuden en busca de productos o potenciadores naturales, no obstante, aclaran los especialistas que no hay estudios científicos que garanticen la eficacia y a la vez no se sabe qué reacción negativa podría tener en las personas, dependiendo de su estado de salud.
El Minsa plantea que el riesgo de consumir sildenafilo o viagra sin receta médica, puede tener consecuencias hasta fatales.