Amor por el teatro y los libros los une
La librería de Panamá Viejo se quedó chica, personas de todas las edades acudieron a la convocatoria literaria, en la que hubo dramatización, cuento y poesía.
Los escritores Salvador Medina Barahona (El Duende gramático) y Xochitl McKay durante el conversatorio el jueves 22 de febrero. /Foto Rosalina Orocú Mojica
"Duende gramático" tuvo tres invitadas que valen oro en su tertulia. Muy queridas y muy talentosas: Xochitl McKay, Damaris Vásquez y Marisín Luzcando.
Las tres tienen en común también su amor por las artes. De allí que no le son ajenos el teatro, la literatura y la poesía, e hicieron derroche de sus habilidades.
Xochitl McKay, cuya trayectoria se celebró y aplaudió en la velada, que tuvo como escenario la librería de Panamá Viejo, vino acompañada por niños de la Fundación Tía Dora que fueron los primeros en lucirse, haciendo gala de su talento en la dramaturgia.
Como las sillas se agotaron, parte de la audiencia disfrutó de la actividad cultural sentada en el suelo o de pie. Todos parecían chiquillos golosos frente a un dulce, y el factor sorpresa ayudó a incrementar el entusiasmo desbordante en la librería, puesto que cada uno de los que participó en el encuentro-homenaje tenía tanto que aportar y lo hacía con gusto y maestría que los aplausos y expresiones de agrado se hacían sentir.
Todos pudieron notar cuánto se quiere y aprecia a la profesora, productora y directora teatral, poeta, cuentista y promotora cultural Xochitl McKay, quien heredó de su madre, Dora McKay (conocida en el ámbito cultural y especialmente el teatral como la Tía Dora), hoy ausente físicamente, pero presente en el recuerdo de tantas generaciones de niños que se formaron en el Teatro de Tía Dora, entre ellos Marisín Luzcando, de quien dijo Xochitl, "fue la persona que más amó a mi madre después de mí".
Damaris Vásquez leyó y dramatizó un lindo cuento de Xochitl McKay sobre el primer día de clases, en el que los personajes eran las aves del corral. Fue muy expresiva.
No faltaban los que filmaban y tomaban fotos para postearlas en las redes sociales o como recuerdo de una noche memorable.
Luego el público participó y comparó esas vivencias (temores, abandono, vulnerabilidad y desubicación por no sentirse en un ambiente conocido) con las que experimentan los niños.