Beso de Singapur: Práctica sexual placentera
Para realiza el beso de Singapur se necesita tener control de los músculos vaginales, para lograrlo se requiere práctica y entrenamiento, hacer ejercicios de Kegel.
Consiste en la contracción voluntaria de los músculos vaginales. Foto: Ilustrativa / Freepik
El beso de Singapur es una técnica sexual muy placentera que requiere de práctica y entrenamiento, ya que se necesita realizar contracciones repetidas de los músculos vaginales.
Esta práctica sexual consiste en la contracción voluntaria de los músculos vaginales durante la penetración, explica la psicoterapeuta y sexóloga Maryfer Vera (@maryferverasexologa).
Las contracción y relajación de los músculos simulan una succión, los hombres tienen una sensación similar a la que experimentan durante el sexo oral.
Vera comenta, vía e-mail, que hay que tener un control de los músculos pubocoxígeos, músculos que van desde el pubis al coxis, para lograr hacer esta práctica y la mejor forma de lograrlo es con los ejercicios de Kegel.
Este ejercicio es sencillo de realizar y lo puede hacer en cualquier momento y lugar. En un escrito de Cleveland Clinic se describe cómo lograr los ejercicios, eleve y mantenga los músculos del suelo pélvico por tres segundos y luego relaje.
Inicie con pocas repeticiones y por cortos periodos de tiempo, luego aumente progresivamente hasta lograr hacer dos o tres series diarias.
Estos mismos ejercicios los debe llevar a la práctica durante los encuentros sexuales, no hay una postura exclusiva para hacer el beso de Singapur, pero la más recomendada es en la que la mujer asume el mando de la situación.
El hombre se acuesta boca arriba y la mujer va sobre él, mientras la penetra esta debe realizar las contracciones de los músculos vaginales como si estuviera realizando los ejercicios de Kegel.
Practicar el beso de Singapur permite tanto al hombre como a la mujer experimentar una sensación muy placentera, ya que la estimulación se produce en la entrada de la vagina y en el glande del pene, indica Vera.
Por consecuencias se tendrá orgasmos más intensos y prolongados. Adicional, mejora la lubricación y apertura de la vagina, ayuda a evitar la incontinencia urinaria y un mayor control de la eyaculación precoz o disfunción eréctil en los hombres, ya que con esta práctica la excitación es lenta y prolongada.
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