No todo conductor sabe conducir

La gran mayoría sabe que tener una licencia de conducir es un privilegio no un derecho.

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Últimamente se han incrementado los accidentes de tránsito, unos más graves que otros, casi siempre hay una víctima y muchos heridos, causando luto y dolor en hogares de todos los estratos sociales.

Analizando a conciencia este fenómeno tan frecuente, hemos considerado que la causa fundamental es el hecho de que no todo conductor sabe conducir, suena contradictorio, pero es así.

Muchas personas creen que porque se sientan al volante, le dan vuelta a la llave y ponen el vehículo a andar, ya saben conducir.

A esos les decimos que conducir es mucho más que tener un auto en marcha.

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Debido a la corrupción que existe, muchos “conductores” obtienen su licencia sin haber llenado los requisitos necesarios y como no tienen ni idea de lo que dice el reglamento de tránsito, sencillamente porque no lo estudiaron, hacen caso omiso de las leyes del tránsito.

Manejan borrachos, chateando, a velocidades no permitidas, cruzando delante de otros vehículos, causando colisiones graves, muchas veces, no respetan los cambios de luces de los semáforos ni las señales de tránsito, sencillamente porque son los “ases” del volante y les importa muy poco con la vida de terceros.

Hace años, cuando saqué mi licencia, tuve que estudiar y hacer un examen de cien puntos, afortunadamente saqué 95.

¡Ah!,  y pasar el exámen físico en el vehículo.

Ahora muchos obtienen su licencia, un privilegio que no se han ganado y salen felices a decir que ya pueden conducir un vehículo, aunque no tengan idea de lo que deban hacer al salir a la calle.

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Antes exigían tener al menos 25 años para poder manejar una mula o camión, hoy día vemos muchachitos de escasos 21 años al volante de estas armas de doble filo, que necesita de mucha destreza para conducirlos y, por eso, a cada rato, vemos uno involucrado en un grave accidente de tránsito.

Esos conductores, faltos de conciencia, deben recordar que en sus casas los esperan y en la de los demás también, motivo por el cual deben ser más responsables y aprenderse las reglas de conducir y ponerlas en práctica para evitar los accidentes ocasionados precisamente por uno de ellos.

Lo triste de todo este drama es que la sanción que reciben estos mal llamados “conductores”,  si quedan vivos, no va de acuerdo con el delito cometido, luego los vemos nuevamente al volante tranquilos como si nada, como ocurre con los famosos piratas que viven cayendo en cunetas o chocando a otros vehículos y a los días, vuelven a transitar por las calles.

Tal vez esto sea llover sobre mojado, pero no podemos seguir tolerando esta situación, en la que a veces hasta menores pierden la vida por la irresponsabilidad de estas personas que dicen ser conductores, pero nada saben sobre cómo conducir.

En reiteradas ocasiones, he tenido que decir: ¡Señor, no chatee mientras maneja!

Algunos lo dejan de hacer, otros tiran el celular de mala gana y aceleran molestos,  ¡pa’ lo que me importa! que se molesten, es mi vida y la de otros la que está en sus manos en ese momento.

Escritora.