Una panameña extraordinaria
Ella aprovechó cada oportunidad que tuvo para cantarle a su terruño. También para expresar su dolor porque la bota militar del coloso norteño mancillaba el suelo panameño, gracias a un oprobioso tratado.
Gladys De La Lastra. Cantautora panameña que dejó un invaluable legado.
Cada vez que suena una tamborera, especialmente "Panamá soberana" y se alegra el corazón y aquellos que les gusta cantar y bailar sienten que no se pueden contener de gusto, viene a la mente de muchos la imagen y el nombre de la gran compositora penonomeña Gladys De La Lastra (1932-2005).
Esta cultora del género de la tamborera usó el talento que le regaló Dios para inspirarse en su terruño al que amó entrañablemente. Dejó constancia en la letra de sus temas las emociones que embargaban su corazón ante el hecho de que la patria fuera mancillada por la presencia de un enclave colonial. ¡Y qué decir de cuando el Canal de Panamá revirtió a manos panameñas! Compuso una tamborera para festejar esa gran conquista.
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Ella era muy perseverante. Otra cualidad que la distinguió fue su orgullo por sus raíces y tradiciones.
Su don de gentes y su producción prolífica le valieron a Gladys De La Lastra el cariño, admiración y respeto de quienes la conocieron.
Compuso alrededor de 200 tamboreras. Todas muy bellas. Entre las más conocidas de sus tamboreras se pueden mencionar: "Princesa Zaratí", "Tengo tengo", "Romance salinero", "Sí al Tratado", "Ya entramos a la Zona del Canal", "Soberanía", "Mi Penonomé", "A Santa Ana", "Victoriano Lorenzo" y "La guerra del banano".
El folclor istmeño ganó mucho con su aporte.
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