Tania Sterling y Ruth Morcillo deben declararse impedidas

Las dos fiscales anticorrupción, Tania Sterling y Ruth Morcillo, no son idóneas para adelantar las investigaciones del caso Odebrecht contra los expresidentes Ricardo Martinelli y Juan Carlos Varela.

Ambas fiscales han demostrado tener un conflicto de interés que viciaría la investigación del caso de la constructora brasileña.

Sterling ha mostrado una actitud personal contra Martinelli desde que actuaba en el equipo de la exprocuradora Kenia Porcell, incluyendo la participación ilegal en el proceso de extradición del exmandatario, mientras el caso era de plena competencia de la Corte Suprema de Justicia.

En igual condición está la fiscal Ruth Morcillo, quien mientras fue parte del Círculo Cero de la exprocuradora Kenia Porcell, no disimuló su simpatía por el entonces presidente Juan Carlos Varela.

Morcillo fue obediente y dedicada a los casos que eran coordinados por Varela, a través de Porcell, tal como revelaron los llamados Varelaleaks.com.

Una foto tomada en el Gobierno pasado muestra la cercanía de las fiscales Sterling y Morcillo con Varela, quien libró una campaña personal contra Martinelli por diferencias políticas, usando el poder del Ministerio Público y el Consejo de Seguridad a cargo de Rolando López, en ese entonces.

Porcell tuvo que renunciar a su puesto de procuradora luego de que los Varelaleaks revelaran, no solo su cercanía y la forma cómo Varela intervenía en casos legales, sino los favores que le pedía para ella, sus familiares y compañeros de trabajo en el MP.

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La comunicación entre Porcell y Varela iba más allá de la regularidad con que un Presidente de la República y una Procuradora de la Nación coordinan asuntos de Estado.

Incluso, Varela postuló a la Corte Suprema y defendió vehementemente a la entonces fiscal anticorrupción, Zuleyka Moore, quien también aparece coloquialmente con Varela en la foto tomada en la Presidencia.

Incluso, Varela y Moore hablaron sobre las maniobras que el Ejecutivo hacía en la Asamblea Nacional para conseguir los votos para su ratificación.

Ayer, Martinelli fue citado para hoy en el caso Odebrecht, pero sus abogados presentaron una incapacidad médica y una recusación en contra de la fiscal, a quien el exmandatario califica como su "archienemiga".

"He querellado y recusado a la archienemiga mía, de mi familia y de mis negocios, la fiscal Tania Sterling. Espero que se declare impedida voluntariamente en todos los casos que nos afectan, porque no tiene imparcialidad por el ODIO que nos tiene. Eso no es hacer justicia", tuiteó.

La defensa de Martinelli sustenta que Sterling ha mostrado "parcialidad y enemistad manifiesta" contra su cliente. Antes de la comparecencia hoy del expresidente, se deberá resolver la recusación.

Los abogados también querellaron a Sterling por "actuaciones ilegales" contra Ricardo Martinelli.

Mientras que luego de cerca de 10 horas de indagatoria por el escándalo Odebrecht, el expresidente Varela salió de la Fiscalía Anticorrupción con dos medidas cautelares flexibles: impedimento de salida del país y reportarse periódicamente ante la autoridad competente los 30 de cada mes.

Amparándose en el temor de contagiarse de la COVID-19, el exmandatario Varela, visiblemente perturbado, solo dijo unas cuantas palabras y evitó contestar las preguntas de los periodistas, quienes le inquirían sobre los $10 millones que, presuntamente, desembolsó Odebrecht.

A pesar de la extensa indagatoria, Varela no ha contestado aún todas las preguntas de la Fiscalía Anticorrupción sobre la supuesta triangulación de dineros de la constructora brasileña y deberá regresar el 7 de julio próximo a las nueve de la mañana.

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Contrario a que siempre dijo que rendiría cuentas de cara al país, Varela estuvo frente a los periodistas pocos minutos y les pidió reiteradamente que respetaran el distanciamiento y las normas sanitarias.

Varela y Pocell mandan

"Varela todavía manda en este Ministerio Público, con Kenia Porcell", enfatizó Ricardo Martinelli.

A la misma hora, también fue indagado el expresidente Varela, por lo que Martinelli afirmó que su citación fue "una cortina de humo" para "bajarle el perfil" a la comparecencia del panameñista por el caso Odebrecht.

Los Varelaleaks no dejan mayores dudas sobre la cercanía de Varela con Porcell y sus fiscales de confianza. Una conversación,  entre Varela y Porcell, reveló cómo ambos fraguaron, planificaron y coordinaron una estrategia para evitar que uno de los hombres claves en la donación de Odebrecht al exmandatario saliera bien librado de la justicia.

De acuerdo con conversaciones que se dieron en noviembre de 2017, se establece que Varela y Porcell habrían armado un equipo de control de daños integrado por el propio exgobernante, la procuradora; el exdiputados José Luis Varela, el entonces embajador de Panamá en Italia Fernando Berguido; y el jefe del Consejo de Seguridad Rolando López.

En los Varelaleaks se evidencia cómo el exmandatario Varela creó un debate en WhatsApp entre su círculo cero, con asesoría de la procuradora Porcell, con la intención de armar la estrategia para limpiar el nombre Jaime Lasso, médico y excónsul, tras los señalamientos por recibir fondos de Odebrecht para la campaña presidencial de Varela.

En las filtraciones, el exgobernante va revelando la ruta de trabajo que había que seguir o el modus operandi de qué, cómo, cuándo y dónde Lasso debería emitir declaraciones o un comunicado sobre los señalamientos en su contra.

También el exgobernante definió cómo hacer para controlar las líneas editoriales y hasta manejar las opiniones de los líderes de gremios sobre el caso de Lasso en Odebrecht.

En los chats, Varela le menciona a Porcell que buscaría la forma de "limpiar el nombre de Lasso", tras ser señalado por recibir fondos de Odebrecht para la campaña del exmandatario.

En un chat correspondiente al 27 de mayo de 2018, en el cual la procuradora de la Nación le indica a Varela sobre una supuesta presión hacia ella, sobre si se atrevería a investigar "los $10 millones", el exmandatario le pregunta si aquel monto correspondía a los "$10 millones de Lasso", a lo que la jefa del Ministerio Público contestó con un "sí".

Toda esta información hizo que sectores de la sociedad civil exigieran la renuncia de Porcell de la Procuraduría, cosa que sucedió al inicio del gobierno de Laurentino Cortizo, quien designó a Eduardo Ulloa en el cargo.

La presión popular también logró la salida de la fiscal Zuleyka Moore.

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