De cajitas de regalos y más
'Los jóvenes tenemos que aprender a buscar nuevas maneras de ganarnos la vida', afirma.
Stephanie Arrocha es una joven proactiva, con mucho talento. Rosalina Orocú Mojica.
La juventud es la época del despertar en muchos aspectos de la vida, pero también es una etapa en la que las personas se enfrentan a múltiples retos, en que sienten que tienen que probarse a sí mismas, y a los demás, su capacidad.
A la hora de buscar empleo lo anterior sale a relucir casi siempre. "Quieren que tengas experiencia, pero, qué experiencia vas a tener si no te dan la oportunidad". Esa primera oportunidad.
Unos se dan por vencidos ante el cierre de puertas en las narices y la negación de los empresarios a entender que los jóvenes necesitan manos amigas, ese espaldarazo de motivación.
También están los jóvenes que ceden a la tentación de andar quejándose por esos desplantes y no hacen nada al respecto. Stephanie Arrocha sabe que no vas a encontrar a la primera el trabajo de tus sueños, que por algo se comienza, y la mayoría de las personas empieza desde abajo. Así le ocurrió.
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Mientras laboraba como vendedora, pensaba que debía idear cómo ganar independencia económica.
Puso manos a la obra. "Todo empezó con la caja de regalos', nos dijo.
Para ello se vale de las redes sociales, donde promociona su arte. Hace las cajas a la medida del presupuesto de sus clientes.
Arrocha con mucho cariño e ingenio va armando la caja de regalos según el gusto de quien la recibirá y de acuerdo con los recursos de quien la enviará.
Para saber los gustos del destinatario de la caja de regalo entrevista a su cliente (el que la contrata) y con base en ello decide qué artículos incluirá. Algunas veces entrega la caja al cliente, y otras este le pide que la lleve hasta la casa u oficina de la persona a la que se la regalan.
Tiene una lista de artículos para hombres, mujeres y niños, según el caso. Y ella misma hace todo: desde la caja hasta los lazos. En su casa tiene cintas, cartón y otros elementos que emplea para su faena artística.
Luego de las cajas, vinieron los separadores de libros, cada cual más curioso y original.
Es un deleite para esta joven ir confeccionando a mano estas artesanías que le permiten complementar sus ingresos.