Ejercicio y las infecciones vaginales
Los hábitos a la hora de hacer ejercicio pueden provocar una mayor predisposición a tener infecciones vaginales, por ello, se deben tomar ciertas prevenciones.
No deberían usar ropa ajustada. Foto: Ilustrativa / Freepik
¿Me puede dar infecciones vaginales por ir al gimnasio? Es una duda que, con frecuencia inquieta a las mujeres, pero la respuesta es no, no obstante, los hábitos que se tienen a la hora de hacer ejercicio sí pueden provocar una predisposición.
Las infecciones vaginales son causadas por bacterias u hongos, son muy comunes y en la mayoría de los casos son fáciles de tratar e incluso hasta prevenibles.
Hacer alguna actividad física, como entrenar en un gimnasio, incrementa la humedad y la temperatura en la zona de la vulva, lo cual crea el ambiente ideal para las bacterias u hongos.
Pero esto no debe ser motivo para no hacer ejercicio, sentenció Alejandra Andrino (@medifemgt), ginecóloga y obstetra, quien recomendó tener mejores hábitos para así evitar las infecciones.
Aconsejó no usar ropa ajustada, evitar las licras, usar ropa interior de algodón, no llevar la ropa sudada por mucho tiempo y bañarse inmediatamente después de hacer ejercicio.
Adicional, enfatizó que algunas pacientes suelen pensar que tienen una infección, porque tienen picazón en la zona vulvar, pero en muchos casos solo es una dermatitis por contacto por el tipo de ropa que utilizan o por el uso de protectores diarios.
La picazón acompañada de una secreción inusual puede indicarle que algo no anda bien, es normal, de acuerdo al Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), tener algo de flujo vaginal, este debe ser claro o blanco y no debe tener un olor fuerte.
Cabe mencionar, que, en las semanas previas a la menstruación es normal que el flujo vaginal sea más espeso y pesado, se debe a la fluctuación hormonal mensual, por ello, un cambio de color, textura u olor que no esté relacionado a esto podría ser una infección.
Además, de los consejos de Andrino, el ACOG sugiere no usar duchas vaginales, consumir probióticos o comer más yogur, lavar los productos reutilizables (copa menstrual, capuchones cervicales y aplicadores de espermicida), usar preservativo durante las relaciones sexuales y lavar la zona púbica suavemente con agua tibia.
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