Cultivo de marañón evolucionará hacia parcelas comunitarias
Panamá y Brasil trabajan en conjunto para rescatar este fruto, que en los últimos años se ha visto afectado por problemas sanitarios.
El fruto y pseudofruto del marañón son aprovechados.
Panamá formalizó un convenio de colaboración bilateral con Brasil, el cual tiene por objetivo ayudar a rescatar el marañón de los problemas sanitarios que lo aquejan.
El acuerdo tendrá una vigencia de dos años, con posibilidades de extenderse según los resultados y el interés demostrado por los participantes. Para ello se contará con el apoyo de la Agencia Brasileña de Cooperación y la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria.
Melvin Jaén, ingeniero a cargo del proyecto por parte del Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (Idiap), recordó que Brasil es referente en este cultivo.
"Es el país con más experiencia en el manejo del marañón como especie y como cultivo. Es el punto de origen del marañón. Además ha tenido experiencia con el manejo de problemas sanitarios y los ha sabido superar", dijo Jaén a Panamá América.
De acuerdo con Jaén, el Idiap administra la parcela institucional con técnicas de poda y aplicación de productos fungicidas, que en cierta medida combaten el hongo. El problema es que esa tecnología no se puede utilizar en huertos familiares por la cercanía de los árboles a las viviendas.
Por esa razón se busca la alianza con Brasil, a fin de transmutar el cultivo del marañón de huerto familiar a parcelas comerciales comunitarias."Con ello se transforma así la actividad de recolección a producción y a los recolectores en productores", agregó el experto.
Jaén puntualiza que este tipo de estrategia ofrece la ventaja de tener las plantas reunidas en parcela y no dispersas en huertos familiares. Adicionalmente, al estar las parcelas distantes de las residencias se facilita la aplicación de técnicas de manejo agronómico, manejo sanitario y manejo de cosecha.
Se estima que en Panamá hay 950,000 plantas establecidas de forma dispersa en huertos familiares, orillas de caminos y cercas. A pesar de que se considera una especie que no requiere manejo, la realidad actual evidencia que sí es necesario.
Los problemas que enfrenta el marañón se atribuyen a cambios en variables climáticas como la precipitación, humedad y temperatura, las cuales están en constante cambio.
En el laboratorio de protección vegetal del Idiap, en Divisa, se identificaron a Lasiodiplodia, Colletotrichum, Oidium y Pestalotia, como los principales géneros presentes en el desarrollo de esta problemática sanitaria. También se identificó el crecimiento de algas del género Cephaleuros.
Estos organismos patógenos han derivado en árboles improductivos y enfermos, muerte de plantas, falta del producto para su uso a nivel del núcleo familiar y desabastecimiento de materia prima para empresas procesadoras y artesanales.
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