Tatuarse nombres: ¿amor eterno o riesgo seguro?
Tatuajes de nombres o rostros de parejas buscan sellar un vínculo, pero su durabilidad genera arrepentimiento si el amor se acaba.
Geisy Valdés (centro), tatuadora panameña. Foto: Ilustrativa / Panamá América
Amor profundo, compromiso o fortalecer la intimidad al compartir una experiencia permanente, son con frecuencia las razones por la cual algunos se tatúan el nombre e incluso el rostro de su pareja, sin embargo, casos como el de Pete Davidson con Ariana Grande, Angelina Jolie con Billy Bob Thornton y Zayn Malik con Perrie Edwards, han demostrado que no es una buena idea.
Un tatuaje puede ser considerado un gesto romántico, una forma de expresar devoción o un recuerdo de un momento significativo, además, si se hace por impulsividad, presión social o tendencia, siempre cabe la posibilidad de que te arrepientas.
Las parejas que han caído en esta práctica y se han separado terminaron cubriendo o eliminando el tatuaje, lo que supone arrepentimiento y el precio emocional y físico de borrar un recordatorio de una relación fallida.
Geisy Valdés (@geisytattoo), tatuadora panameña con 10 años de experiencia, se opone a este tipo de manifestaciones de afecto y la describió como una "mala idea". Entre risas dijo a Panamá América que no lo recomienda, sin embargo, cuando sus clientes llegan con la idea de tatuarse el nombre o el rostro de la pareja, no tiene una excusa para no hacerlo, aunque sí se toma la libertad hacer sugerencias.
Valdés, que se especializa en cover up, restauraciones, full color, fine line y black and grey, recomienda que, en lugar de hacerse el nombre o rostro de la pareja, se tatúen algo que compartan en común o una frase o palabra que sea significativa.
En los casos en los que los clientes se niegan a cambiar de idea, la tatuadora les aconseja tatuarse el nombre con líneas finas porque si dado el caso, se termina la relación, es menos problemático cubrirlo.
"(…) Al momento de cubrirlo siempre trato de hacerlo basado en algo que les guste y que obviamente represente lo que son y que también vaya bien con lo que se van a hacer", explicó la artista de No Regrets Tattoo.
En conclusión, tatuarse nombres o rostros de parejas es una mala idea por el alto riesgo de arrepentimiento si la relación termina, como lo demuestran numerosos casos de celebridades, no obstante, hacerse algo más simbólico o abstracto puede ser una alternativa menos arriesgada, aunque se debe reflexionar al respecto sobre la permanencia del diseño frente la incertidumbre del vínculo.